Antonio Pérez Caínzos (22 de junio de 1974), ferrolano de nacimiento, coruñés de adopción y nómada de baloncesto, regresa a la LEB Oro seis años después, tras ejercer como técnico ayudante en la ACB (CB Valladolid, Estudiantes y Real Betis), al frente del Lucentum Alicante.
En su currículum figuran también siete temporadas liderando el banquillo de Basquet Coruña, con ascensos a LEB Bronce y a LEB Plata, y una campaña en Estados Unidos, la 2012/2013, donde fue técnico invitado en dos universidades, Denver y Metro State, y en los recientes campeones de la NBA, los Nuggets.
El Betis fue su equipo el curso recién terminado, como segundo de Luis Casimiro. En el nuevo, será un rival más.
En primer lugar, enhorabuena por tu nuevo trabajo.
Gracias. Estoy muy contento. Yo siempre he querido ser primer entrenador, pero el baloncesto y las circunstancias que van surgiendo te llevan a tomar decisiones de ir a un lugar o a otro. Llevaba ya cuatro años como ayudante y esperaba una oportunidad, de un proyecto de LEB o incluso de fuera de España. Y este proyecto me gusta. Cuando me llamaron y me explicaron cómo era y por qué querían ficharme, no me lo pensé. Alicante tiene potencial, tiene margen de crecimiento y es uno de los siete u ocho equipos potentes de la liga. Vamos a ver si podemos hacer algo. Cada año ascienden dos, en tres años ascienden seis... A ver si en los próximos años estamos cerca de conseguirlo.
Acaba de terminar una LEB Oro calificada unánimemente como la más dura de siempre.
Yo creo que no va a haber ese ‘ogro’, como podía ser Andorra. Si acaso Fuenlabrada, que se está moviendo bastante fuerte en el mercado, fichando jugadores de ACB. Pero lo que sí que es cierto es que hay doce ciudades donde ha habido baloncesto ACB. A lo mejor no es club madre de aquella época, pero es la ciudad. Menorca (recién ascendido), Burgos, Estudiantes, San Sebastián... Esas ciudades van a pelear con su club por entran en playoffs. Va a ser una liga muy igualada.
Llevaba ya cuatro años como ayudante y esperaba una oportunidad
Lo de Estudiantes, que tu conoces bien, es poca broma: tercera temporada seguida en Oro, algo que parecía impensable cuando descendió.
Meten ocho mil personas en el WiZink Center. Ya sólo en ‘ticketing’ la diferencia es gigante con los otros clubes, también en todo lo que genera. Aún está con la deduda, pero va teniendo patrocinios, ayudas, masa social. Son apoyos muy importantes.
¿Que Burgos no haya subido es una mala noticia para el resto de aspirantes?
Bueno, no sé qué decirte. El San Pablo depende mucho de ayudas institucionales y de la aportación privada de su presidente. Ahora va a haber dos equipos en Oro, en una ciudad de cien mil habitantes. A ver cómo acaba, porque podrían debilitarse los dos. O por lo menos uno.
Se rumorea que el futuro del Betis no pinta bien.
Es una sección del club de fútbol, y el presidente Ángel Haro es el que más quiere que haya secciones. Pero no es él solo, tiene consejeros alrededor. Cuando tienes ese gasto en secciones, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) te baja el límite salarial, porque estás haciendo un gasto pero no tienes el ingreso acorde a ese gasto, por ello te va bajando el límite salarial cada año.
No creo que haya un ‘ogro’, como Andorra este año, si acaso Fuenlabrada
El club está ahora en proceso de ampliación de capital, y para mí fue un error salir en prensa diciendo que solamente van a darle quinientos mil euros al baloncesto. No es estratégicamente inteligente porque ahora todos saben que Betis sale con poco dinero. Aunque la marca Betis y la ciudad son atractivas, los jugadores ahora saben que no es un proyecto fuerte. En los últimos seis años dependía de los dos millones de euros que daba el club, sin tener músculo a la hora buscar patrocinios y apoyos. También la ciudad es complicada, bipolar: o eres verde o eres rojo.
Y hay otro problema. Cuando llevas varios años en ACB, hay un gasto en personal de oficinas increíble. Director de márketing, director de comunicación, ayudantes... Empiezas a sumar sueldos y tienes doscientos mil euros sólo en oficina. El Estudiantes tenía un gasto de oficina de millón y medio cuando descendió. Había 35 personas.
Lo del Betis pinta complicado. Se habló durante el año de la venta de la sección de basket a un grupo inversor mexicano. Parecía que estaba hecho. Ellos querían mantener la marca Betis, pero el club no quería eso, porque si hiciesen cualquier tontería con el equipo, mancharían el nombre del Betis. Cuando descendimos, los mexicanos llamaron preguntado “¿cuánto nos dais por reflotar esto”? (ríe).
¿Qué falló? Porque la plantilla tenía mucha calidad. Aunque una idea puede darla el hecho que pasaran por ella 21 jugadores. Una barbaridad.
Había mucha ilusión porque le dimos continuidad a la plantilla. En la final de la Copa Andalucía nos barrieron, y empezamos la temporada con dudas. Ahí empezamos a cambiar jugadores. Entre eso y las lesiones que tuvieron los interiores, alguna, como la Nzosa, de larga duración (sólo pudo jugar 9 minutos en un partido), nos metimos en el grupo de abajo. Aunque en el tramo final tuvimos una buena racha, el partido que teníamos que ganar, en casa contra el Granada, en el que éramos favoritos y nos daba la salvación automática, un último cuarto horrible...
Cuando estás en la ACB hay un gasto en personal de oficinas increíble
En el último partido, contra el Madrid, que venía de ganar la Euroliga, a falta de minuto y medio ganábamos por nueve, Williams-Goss nos mete nueve puntos seguidos y nosotros no metemos ni un tiro libre. Dramático. Cuando en un año hay tantos problemas... Vas al límite y es casi imposible que haya química en el vestuario.
¿Te lanzaron el anzuelo para hacer cargo del equipo?
Sí. Habló conmigo la dirección deportiva. Les dije que estaba preparado, pero no sabía de la nueva situación económica, y tampoco imaginaba que, a los dos días de esa conversación, no renuevan a Berdi Pérez (director deportivo). Entonces hay un vacío de liderazgo, de dirección, de qué se va a hacer. Salió la propuesta de Alicante y la valoré mucho. Ahora mismo es un proyecto más sólido, con una idea más clara.
¿Tienes la intención de conservar la plantilla, o vas a reconstruir?
En principio, el club quiere crear un proyecto nuevo. Sólo ha renovado Edu Gatell. Lo hemos intentando con Guillem Arcos, pero prefiere ver qué opciones puede tener en otro sitio.
Qué difícil es mantener un proyecto...
En ACB sí que lo entiendo, cuando estás metido en la dinámica de presupuestos, contratos, exigencias... Los equipos de abajo es difícil que renueven a jugadores, porque cuando fichas a uno que no ha estado en la liga, todavía no es residente en España, entonces fiscalmente el club paga por él un ocho por ciento. Pero en el segundo año, cuando ya es residente, ese jugador tiene un gravamen del cuarenta por ciento. Y entre que quiere cobrar más, porque ha hecho una buena temporada, y ese aumento del gravamen, el coste para el club es enorme.
Por eso los equipos más modestos cambian tanto; es dificilísimo renovar a un bloque. Puedes renovar al bloque nacional, que es lo que hace el Obradoiro, porque no es tan costoso. Esto hay que explicarlo bien, porque el aficionado en general no lo sabe.
Volver a Coruña es un objetivo, porque es el club de mi vida y porque me quedaron cosas importantes por hacer
También es cierto que le cuesta a los clubes renovar durante la temporada. Si estás contento con varios jugadores y quieres conservarlos para la temporada siguiente, sabiendo que el entrenador también va a seguir y es posible la continuidad del proyecto, tienes que intentar hacer contratos durante el año, para que el jugador piense “quiero estar aquí porque confían en mí”. Los equipos de arriba pueden hacerlo. Por ejemplo, si el Leyma quiere renovar a Barrueta, puede hacerlo, aunque otra cosa es lo que piense el jugador, claro.
Hablando del Leyma, ¿lo has visto esta temporada?
Sí, unos cuantos partidos. Me sorprendió el nivel en playoffs, porque en temporada regular jugaron muy bien, a un ritmo altísimo y siendo uno de los mejores ataques. Me gustaba mucho su plantilla. Y con mucha competencia interna en las posiciones. Y eso les ayudó a ser muy competitivos.
¿Contemplas la opción de volver?
Claro. Porque me quedaron cosas por hacer ahí. Y cosas importantes. Es el club de mi vida, donde me dieron la oportunidad de ser entrenador, donde me formé y donde construimos cosas importantes. Pero a corto plazo no lo veo. Ahora mismo voy a intentar hacer algo grande en Alicante, y luego ya se verá si volvemos a cruzar nuestro caminos. Es uno de mis objetivos, de mis retos. Acabar algo que empecé hace años.
Por lo que sabes, ¿En qué ha cambiado el club desde que te fuiste?
Ahora tiene un potencial a nivel empresarial, económico y de recursos enorme, como nunca lo habían tenido.
Siempre seré un nugget. Aquello fue un regalo de vida que me dio el baloncesto
Por último, ¿hay un orgullo, una satisfacción personal por el anillo de los Nuggets?
Hombre claro. Siempre seré un nugget. Aquello fue un regalo de vida que me dio el baloncesto, que no sé como devolvérselo. Fue una etapa increíble. Hay una etapa previa en la Galia (ríe), en Galicia, y después está mi etapa por todo el panorama nacional. La de Denver fue como un punto de inflexión y la recuerdo con mucho cariño y mucho amor; se portaron muy bien conmigo. Pero muy, muy bien.
También fue una enseñanza de vida para mí y para mi familia. Fuimos los cuatro allí. Aquello fue increíble. Es cierto que en el ‘staff’ técnico, de los nueve entrenadores sólo quedaban dos. No estaban George Karl ni Masai Ujiri, pero, repito, fue increíble. Por eso estoy muy contento de que haya ganado, por la franquicia y por mucha gente que conocí en Denver y que nos ayudó a estar bien. Vi los partidos, las celebraciones, todo... Fue una alegría para mí.
Tras pasar unos días en Alicante, para arreglar asuntos varios, Antonio Pérez Caínzos regresara a A Coruña a finales del presente mes. Le espera una cita importante en Arteixo, el Basketology (30 de junio y 1 y 2 de julio), un simposio interdisciplinar de baloncesto en el que participarán muchos profesionales. El nuevo entrenador del Lucentum Alicante es uno de los cuatro que se encargarán del área de preparación técnico táctica.