Cuenta atrás para los Premios al Talento Base que el DXT Campeón, primer periódico de Galicia, otorgará este jueves en el Palacio de la Ópera en una gala que será conducida por Miguel Mandayo, que contará con las actuaciones de Habló Pablo y Danza 10 y en la que será reconocida la labor, la trayectoria y los éxitos de once deportistas, entrenadores, clubes, directivos e instituciones de A Coruña. Pero sobre todo, pretende ser un homenaje a todos los actores del deporte base herculino en el que no solo cuentan los resultados, sino la formación en valores. “Es una escuela para toda la vida”.
Lo sabe bien Juan Vázquez, presidente del Victoria y de la AFAC (Asociación de Fútbol Aficionado en A Coruña). “A nivel formativo y educacional, el deporte base es una escuela para toda la vida, es una forma de educar en todos los sentidos: en compañerismo, disciplina, pelear por unos objetivos e incluso acatar unas directrices. El inicio de un ciclo de vida hacia la edad adulta”, sentencia el dirigente, que ha dedicado la mayor parte de su vida a esta labor.
Por eso, indica, desde los clubes que se dedican a ello tienen una enorme responsabilidad. “Desde los clubes contribuimos en la medida de nuestras posibilidades construyendo las personas del futuro. Muchas veces los niños nos hacen más caso a nosotros que a los padres, que nos piden que les digamos las cosas porque somos una voz de autoridad, alguien en quienes confían, bien porque admiran bien porque nos tienen respeto. Es una gran responsabilidad”, confirma.
Un trabajo que hace con esfuerzo y del que está orgulloso más allá de los resultados. “Hay casos de jugadores que han triunfado a nivel profesional, como puede ser un Lucas Pérez, un Rober Pier, un Raúl García Carnero... Pero es un orgullo para nosotros cuando nos encontramos con chicos y chicas que tuvimos con nosotros y que ahora son abogados o electricistas y todos se acuerdan de lo bien que lo pasaban y cómo el deporte marcó sus vidas. Eso es un precio que nos llevamos para siempre”, reconoce asimismo Juan Vázquez.
Porque además, el deporte base suele ser completamente amateur y los que desarrollan su trabajo lo hacen por amor a unos colores y a un deporte, sea el que sea: “Si tuviésemos que cobrar las horas de dedicación, los sinsabores, las alegrías... No está pagado. Lo hacemos por vocación, porque nos gusta y porque te has vinculado a un entidad, para devolver lo que te ha dado, por amor incluso a la ciudad”. Por eso se acuerda mucho de las palabras que le dijeron cuando se iniciaba en este gran oficio con el deporte base de la ciudad: “Los directivos del deporte base somos corredores de maratón, de andar muchos, muchos, muchos kilómetros”.
