Los Sharks, el equipo de rugby inclusivo del CRAT, se llevó el premio a la mejor entidad de integración en la primera edición de los Premios DXT al Talento Base por su ejemplo en el campo, donde niños y mayores con y sin discapacidad comparten entrenamientos y partidos sin ningún tipo de diferencia entre unos y otros. Una experiencia, además, enriquecedora para las dos partes y el orgullo de un club que está a punto de cumplir medio siglo de vida.
“Es el proyecto más bonito que tenemos ahora mismo en el club. Los chavales son el alma del equipo y los padres, que les animan y se vuelcan con ellos, el motor y el corazón. Y después está Cala, que es el entrenador que pone el resto”, afirmó Humberto Ramírez, directivo del CRAT, en la recogida del premio de manos de Venancio Salcines, presidente del consejo rector de Cesuga y la Fundación Venancio Salcines, y Nano Macedo, exfutbolista, que jugó, entre otros, en el Barcelona, y que ahora es entrenador tanto en el colegio Obradoiro como en las categorías inferiores del Deportivo.
Los Sharks nacieron en 2021. Antes, algunos miembros del club ya habían colaborado con entidades como Aspronaga, pero quisieron dar un paso más. Conocieron esta modalidad inclusiva, en auge en Europa, y decidieron introducirla en España. Fueron pioneros en Galicia y en el noroeste nacional, y a su estela fueron naciendo otros equipos con los que ahora comparten jornadas a lo largo del año, viajando a diferentes partes de Galicia y España.
“Desde que empezamos, no hemos tenido bajas”, destaca Cala, el entrenador, que considera que lo más importante es que, todos juntos, bajo las mismas normas, y en un mismo terreno de juego, comprenden que “nadie es perfecto” y que “cada persona, con o sin discapacidad, tiene características diferentes”. “Para mí es una maravilla y los chavales se sienten miembros de una comunidad”, sentencia.