El Manchester City conquistó la primera Supercopa de Europa de su historia al imponerse en la tanda de penaltis (5-4) al Sevilla, que falló la última pena máxima al estrellar el balón en el larguero el serbio Nemanja Gudelj, después de que la final acabara con empate a uno.
El Sevilla, en un buen partido en el que dio la cara y una buena imagen ante el vigente campeón de la Liga de Campeones, llegó al descanso con un 0-1 con un gran gol del marroquí Youssef En-Nesyri, después de un magnífico centro del argentino Marcos Acuña, aunque el equipo de Pep Guardiola lo neutralizó al empatar con un cabezazo de Palmer a centro del español Rodri.