El Barcelona, renacido desde la llegada de Xavi Hernández, confirmó con creces su nueva versión mejorada en el Santiago Bernabéu (0-4) para recuperar el sabor del triunfo en el clásico, circunstancia que evita la escapada del Real Madrid y alimenta el interés de la resolución de LaLiga Santander.
Tras un empate y cinco derrotas en los seis clásicos precedentes, el Barcelona vuelve a reinar en el duelo entre los dos grandes gigantes del fútbol español. Además, en el estreno de Xavi como técnico en el Bernabéu, se impuso con la autoridad y contundencia de otras etapas ante un conjunto madridista sin Karim Benzema y por lo tanto sin respuesta, en el once y en los que entraron desde el banquillo.
La victoria del equipo de Xavi deja al Real Madrid en cabeza de la tabla con nueve puntos de ventaja sobre el Sevilla y doce sobre el Atlético y el propio Barcelona, que aún tiene pendiente un partido ante el Rayo Vallecano. A falta de nueve jornadas es una distancia importante, pero aún no es definitiva.
La duda es si esta goleada puede tener efectos en los próximos partidos para complicarle el título. De momento tiene tiempo para recomponerse y asimilar el duro trago durante quince días por el parón de las selecciones.
Aunque la primera ocasión de cierta relevancia la tuvo el uruguayo Fede Valverde, el Barcelona impuso su ley en el Bernabéu. Mejor en la combinación, en el manejo, en la verticalidad, en defensa, en la contra, en el posicionamiento. Exhibió una superioridad en todas las facetas incontestable e incuestionable.
El francés Ousmane Dembele se exhibió. Casi hizo lo que quiso, como todo su equipo. Con él llegó el auténtico desequilibrio. De sus botas llegó el primer gol poco antes de la media hora. Se marchó del madrileño y su centro lo remató el gabonés Pierre-Emerick Aubameyang, que sigue teniendo la medida tomada al Real Madrid.
El conjunto del italiano Carlo Ancelotti, que no había perdido en casa esta campaña, empezó a verlo tan negro como su equipación para este partido. Lo confirmó el uruguayo Roland Araujo con otro testarazo a la salida de un córner. El Barcelona tenía sobre la lona al Real Madrid y lo remató nada más salir del descanso por medio de Ferran Torres, que acababa de fallar otra oportunidad clamorosa.
Aubameyang agrandó la brecha en pleno festival. El roto pudo ser aún mayor para un Real Madrid absolutamente k.o. con más de media hora por delante. De no haber sido por el belga Thibaut Courtois, el marcador podría haber sido auténticamente de escándalo.
El Sevilla también ve peligrar el segundo puesto. Sufrió un nuevo tropiezo en el Ramón Sánchez Pizjuán ante la Real Sociedad (0-0). El cuadro de Julen Lopetegui se acerca un punto al Real Madrid pero ya siente el aliento del Barcelona y el Atlético de Madrid, que el sábado ganó en Vallecas al Rayo.
Bajo una intensa lluvia tuvo hasta fortuna el conjunto andaluz. La Real Sociedad, que se mantiene en la lucha por Europa y aún tiene la 'Champions' a seis puntos, gozó de ocasiones suficientes y suficientemente claras como para llevarse el triunfo, pero le faltó la fortuna (mandó un par de balones a los palos) y el acierto ante el meta serbio Marko Dmitriovic, titular ante la baja a última hora del marroquí Yassine Bono.
El Sevilla, aún dolorido por la eliminación europea ante el West Ham, está atascado tras sumar su tercer empate seguido y el cuarto en los últimos cinco partidos, al igual que el Betis, que después de despedirse también de la Liga Europa en Fráncfort ante el Eintracht, no pasó de la igualada a cero en Balaídos ante el Celta.
Para el técnico chileno Manuel Pellegrini no es un mal punto después del "traspié emocional" sufrido en Alemania. Aunque no quiso poner como excusa las bajas se notó también la baja de otro francés diferencial, Nabil Fekir. Los béticos, que hace bien poco transitaban en la zona Champions, la tienen ya a cuatro puntos.
El Cádiz fue el gran beneficiado del fin de semana en la lucha por la permanencia. El conjunto de Sergio González emergió con un tanto postrero de Rubén Sobrino que le dio la victoria ante el Villarreal (1-0), que da un paso atrás notable en su pugna por alcanzar la zona europea en un partido en el que Unai Emery presentó numerosos cambios respecto al '11' que se metió en los cuartos de la Champions con su brillante triunfo en Turín ante el Juventus (0-3).
El equipo cadista sumó su segundo triunfo seguido en el Nuevo Mirandilla. Sale del descenso y ahora tiene un punto de margen sobre el Mallorca, que había perdido en el primer encuentro de la sesión dominical en el RCDE Stadium ante el Espanyol, también por 1-0.
Raúl de Tomás, tras un magnífico pase de Sergi Darder, firmó la única diana del encuentro poco antes del descanso. Triunfo clave hacia la tranquilidad del conjunto barcelonés que incrementa el problema del equipo balear. Los de Luis García Plaza acumulan seis derrotas seguidas.
“Nos queda tiempo para conseguir el objetivo. Podemos estar en descenso o no, pero el equipo está vivo”, aseguró García Plaza, que ahora tiene un par de semanas para recuperar a su equipo antes de la reanudación de la competición liguera ante el Getafe, otro de los equipos implicados en la lucha por la salvación.