Después de que la candidatura del estadio de Riazor para albergar encuentros del Mundial 2030 haya sido refrendada por la Real Federación Española de Fútbol, el coliseo herculino debe someterse a una profunda reestructuración que afectará en gran medida a su aforo, que sobrepasará las 48.000 butacas.

De este modo, la que será una de las once sedes de España en la organización conjunta con Portugal y Marruecos se pondrá rápidamente manos a la obra para modernizar el feudo donde habitualmente actúa como local el Deportivo de La Coruña.
 

Los plazos para el cambio de ‘look’ de Riazor darán inicio el próximo mes de diciembre, con la adjudicación del proyecto de la reforma, que será licitada en enero de 2025.
 

Posteriormente, en junio de 2025 tendrá lugar la adjudicación de la ejecución de las obras. Unos trabajos que darán inicio en septiembre de 2025 y que deberían estar concluidos en el mismo mes de 2028, casi dos años antes del inicio de la cita mundialista.
 

En efecto, el nuevo estadio de Riazor podría ser empleado antes tanto por el Dépor como en partidos clasificatorios o de preparación de la selección española.
 

Desde el prisma estrictamente económico, el montante global de la remodelación del estadio municipal coruñés sobrepasaría inicialmente los 101 millones de euros de presupuesto.
 

Dos de las líneas maestras para incrementar la capacidad de Riazor serían el descenso del nivel del terreno de juego unos tres metros (con el que se ganarían varias filas de localidades) y la creación de un tercer anillo en las gradas (un factor que el propio Deportivo no considera viable mantener en la competición doméstica).
 

No en vano, de cara a los futuros compromisos del cuadro blanquiazul se baraja como alternativa emplear solo dos anillos de los graderíos, que permitirían albergar aproximadamente a 32.000 espectadores. Como novedades respecto al actual aspecto del estadio de Riazor se crearían en los bajos de Preferencia (a la altura del primer anillo de asientos) un parking subterráneo para los buses de los equipos, patrocinadores y unas cien plazas para vehículos de personas con diversidad funcional. Habría también una zona de ‘hospitality’ y varias salas de reuniones para diversos encuentros.
 

En cuanto a la apariencia exterior de la casa del deportivismo, se ampliarán las zonas con pilares en las gradas de Preferencia y Tribuna, recortando el espacio útil de las vías Avenida de La Habana y Manuel Murguía, respectivamente.
 

La emblemática Torre de Marathón continuará fuera de los que son en sí las instalaciones de Riazor, si bien en algunos proyectos de remodelación se apostaba por su integración en los propios graderíos destinados a los aficionados.

Reforma integral

Respecto a cómo afectarían los trabajos de reforma a las cuatro gradas del estadio, la que mayor metamorfosis experimentará será, sin duda, la de Preferencia; este sector será demolido por completo, para la futura creación de tres anillos con una capacidad para 10.200 butacas aproximadamente.

En el resto de zonas de Riazor, Tribuna, Marathón y Pabellón, no será necesario un cambio tan radical y en principio solo serían sometidas a sus respectivas ampliaciones. Tribuna gozaría de casi 10.800 asientos, mientras que Marathón tendría 13.700 y Pabellón, 13.300.
 

En lo que respecta a las zonas VIP, la organización del Mundial obliga a la sede herculina a hospedar a cerca de 2.000 espectadores; estas áreas privilegiadas tendrían presencia en Tribuna Superior, Tribuna Inferior, Preferencia Superior y Preferencia Inferior.

Zona de prensa nueva

La magnitud del torneo mundial convertirá Riazor en uno de los referentes deportivos a nivel internacional, por lo que la zona de cobertura mediática deberá estar a la altura.
 

En efecto, cientos de comentaristas, fotógrafos a pie de campo, cámaras y operarios de televisión e informadores en general deberán disponer de unas instalaciones modernas y renovadas, la mayoría de ellas ubicadas en la grada de Tribuna. 
 

Una amplia zona mixta, otra zona de refrigerio y mayores prestaciones para los periodistas forman parte de un proyecto de modernización ambicioso.
 

Una de las mayores novedades respecto a la distribución del estadio actual radica en el cambio de ubicación de zonas privilegiadas como el palco de autoridades, los banquillos o las cámaras desde donde se ejecuta el plano principal de las retransmisiones, que pasarían a la grada de Preferencia.
De este modo, la única grada reconstruida por completo sería la más privilegiada, en este sentido, desde donde los entrenadores presenciarán los encuentros mundialistas.