“No corras detrás de un balón, corre detrás un sueño”. Es una de las frases que lleva tatuadas Max Svensson en su piel. El delantero del Deportivo compagina ambas premisas, corre detrás del balón y de su sueño. Lo hace como blanquiazul cedido por el Espanyol. Su primer año lejos de casa ha sido un aprendizaje constante en el campo y fuera de él. Se ha independizado antes de los 21 (los cumplió en noviembre): “Cocino, lavo la ropa, me encargo de todo lo que se suele hacer en casa”, explica. Disfruta de una “ciudad muy tranquila y acogedora” en la que, percibe, “se vive mucho el fútbol”. En cuanto puede, aprovecha el “solete” para bajar a la playa.
Faltan cuatro jornadas, estáis a cuatro puntos del líder, ¿cómo lo ves?
Es una situación difícil porque ya no dependes de ti mismo y tienes que esperar que los otros rivales pierdan sus partidos o se dejen puntos con empates. Nosotros vamos a seguir luchando hasta que no haya un claro campeón, hasta el final de la temporada.
La cita con el Alcorcón es la final, un partido de sí o no.
Es un partido muy importante, un rival directo que, si te gana, te deja prácticamente fuera de la Liga. Tenemos que salir con todo este fin de semana. Se han vendido todas las entradas.
Es una pasada esta afición.
Es increíble. Lo he dicho muchas veces, es una afición de Primera División.
El Alcorcón viene también presionado porque está todo en un pañuelo.
Es una liga muy competitiva, hay rivales muy buenos, que luchan por el ascenso, otros por no descender, pero que son buenos equipos, y tienes que estar al cien por cien porque, sino, te dejas puntos.
Entre comillas, os ha ‘matado’ el rendimiento a domicilio.
Sí, no hemos sabido gestionar eso. Nos dábamos cuenta de que nos costaba, que no nos encontrábamos cómodos. Hay veces que hemos estado muy bien, pero luego hay otras en que nos dejamos puntos, derrotas como la de Unionistas con la expulsión de Olabe, en Badajoz también con uno menos, ante el Castilla... Son cosas que pueden pasar en un partido, que cuando te quedas con uno menos no puedes gestionar igual que once contra once.
La última salida fue doblemente dolorosa: derrota y lo de Quiles...
Es el máximo goleador del equipo, una pieza importante. Esperemos que se recupere lo antes posible y esté pronto de vuelta.
Vaya susto, ¿no?
Sí, a parte a mí me pilló a cinco metros. Estaba ahí, calentando en la banda, vi la acción y es increíble que no fuera roja. Es una patada grave, en la cabeza, y creo que el línea lo ve perfectamente.
Si estabas ahí, el línea tenía que estar prácticamente a tu altura...
Sí, estaba a mi altura. Se lo dije, que lo estaba viendo, que era imposible que no fuera roja, pero tomaron esa decisión y tenemos que respetarlo.
Sin Quiles, ¿por dónde crees que va a pasar el once?
No lo sé, decidirá el entrenador el día del partido. Ya se verá.
Mi apuesta es que Lucas pasa a la banda y tú arriba...
Ojalá sea la opción que decida el entrenador, pero no te puedo decir porque no lo sé ni yo. Ya lo dirá el día del partido y ojalá sea la sorpresa en la delantera del equipo.
Empezaste con pocos minutos, con la llegada de Cano fuiste titularísimo, llegó Lucas y al banquillo, ahora entras y sales... ¿Cómo lo gestionas?
En eso he mejorado. En mi carrera siempre me he encontrado con que jugaba; cuando no era titular, me cabreaba, me iba del partido cuando entraba de suplente, veía a mis padres en la grada en plan este está ido de la cabeza y en eso he mejorado mucho.
¿Entiendes esta situación de entrar, salir, entrar del once...?
Sí, es normal. En un equipo tan grande como el Depor, con jugadores tan buenos, hay mucha competencia. Al final entra uno, sale el otro... Te exige dar el máximo en todos los entrenamientos y en los partidos.
¿A nivel personal, qué balance haces de la temporada?
Es una temporada de aprendizaje, vienes a un club histórico como el Depor, que tiene experiencia, jugadores muy buenos, y eso te hace mejorar y aprender. Hablándolo con mis padres y mi representante, han visto que he madurado bastante, posicionalmente he mejorado mucho, con balón también he sabido generar esa pausa y calma cuando recibo. He madurado bastante en un año.
Llegaste como un toro...
Eso sigo siéndolo, no hay que perderlo, pero he aprendido a tener ese punto de calma. De Lucas, por ejemplo, he aprendido esa pausa que tiene cuando recibe, a la hora de mirar a los compañeros cómo están posicionados, y esa calma cuando juega.
Pero Lucas llegó y te quitó el sitio...
Es normal, un jugador de Primera División. Es un jugador increíble, que está dando mucho al Deportivo y que está jugando en su casa.
¿Qué le pedirías a este final de temporada?
El ascenso. Da igual que sea con goles míos, con alguna asistencia, con goles de otros... Ojalá con alguno mío, pero que sea el ascenso.
¿Directo o playoff?
Esperemos que directo, pero, si se complica, en el playoff. El ascenso, de cualquier manera.
Arturo cree que los de arriba fallarán y vosotros haréis pleno. Cree al cien por cien, ¿tú?
Nosotros tenemos que creer al cien por cien. ¿Por qué no?
¿Cómo ves a Arturo?
Con confianza. En Córdoba lo hizo muy bien. Competencia.
¿Cómo os lleváis?
Todos nos llevamos muy bien.
¿Dónde estarás el próximo año?
Son cosas de clubes. Me toca volver al Espanyol en junio.
¿Te marcas un Soriano y vuelves?
Ojalá (risas). Hay que mirar el presente. Me siento cómodo.