El Depor no se vende. A pesar de lo que puedan reflejar los informes o cómo se interpreten, el club no está en venta. El dueño de Abanca, Juan Carlos Escotet, no contempla una venta de la centenaria entidad; por lo menos, hasta que regrese a Primera División, y ahí ya se verá lo que sucede. La estrategia no ha variado ni un ápice desde el principio. Hay diversos aspectos que hay que reflejar en documentos oficiales pero no tienen que ocasionar una venta del club.
La prueba evidente es que se le han trasladado dos ofertas concretas por la sociedad, en Primera Federación, y no se han escuchado desde la propiedad. No han pasado ‘el filtro’. Han sido opciones concretas, documentadas y serias, pero los planes no son estos. De hecho, si llega el momento de la venta de la entidad no sería a cualquiera, se miraría con lupa quién se haría con el control del Deportivo para salvaguardar su futuro.
Hasta tres opciones de venta han surgido hasta la fecha. Una fue de Gerard López, quien en su día intentó comprar el CD Lugo en Segunda División. Otra de un fondo de inversiones inglés que ya había estado antes planeando sobre Riazor. Las dos fueron desestimadas.
El dato es también elocuente y habla del grado de compromiso con el Deportivo. Una de las proposiciones llegaba a los 80 millones de euros por un club en la tercera categoría del balompié español. Ni con esas cantidades han podido convencer a Abanca. De hecho, el propio Escotet, simplemente, ni las escucha, porque el objetivo claro es el retorno a la máxima categoría nacional. El mensaje de estabilidad desde Abanca es evidente.
Y mientras queda claro que la propiedad del RC Deportivo continuará al frente, también quedan claro nuevos movimientos estratégicos.
A nivel competitivo habrá un nuevo director deportivo. Ahora mismo una de las ‘partidas’ se juega entre Cata (segundo de Braulio en Osasuna) y Alfonso Serrano, que ya estuvo en el Depor, pero hay más opciones sobre la msea.
Como quiera que segundas partes nunca fueron buenas, parece que el primero tiene más opciones. Su preparación es excelente y su trabajo en Osasuna no pasa desapercibido en el club, aunque económicamente habría que hacer un esfuerzo.
En lo que no parece que vaya a haber cambios, por los buenos resultados, es en los equipos femeninos y en las categorías de base. Los objetivos se han cumplido con creces y, lo que funciona bien, ‘no se toca’.