“Frente al Córdoba surgió la posibilidad de ponerse primeros o cerca del liderato, que era la cuarta vez en la temporada que teníamos la opción de ponernos ahí arriba... entre eso y que los niños no tenían cole porque había puente, nos animamos y dijimos, por qué no cogemos una autocaravana para ir a Córdoba”. Dicho y hecho, Álvaro Veiga, su mujer Silvia y sus cuñados Rafa y Belén se lanzaron y decidieron “tirar para Córdoba”.
“Eran casi 1.000 kilómetros de distancia desde A Coruña —dos mil, ida y vuelta—, pero merecía la pena porque yo no conocía la ciudad, por el partido y por la experiencia de ir todos juntos, con los niños incluidos”, relata Veiga.
Surgió la posibilidad de ponerse primeros o cerca del liderato... entre eso y que los niños no tenían cole, nos animamos y dijimos, por qué no cogemos una autocaravana
“Mis cuñados tienen dos peques, Martín, de 13 años, y Roi, que tiene nueve para cumplir diez. Rafa es socio de toda la vida, de cuna, así que con sus hijos ha hecho lo mismo desde niños”, explica este deportivista nacido en Barakaldo, pero de origen coruñés, “ya que mi padre era de aquí, aunque emigró en los 60 o 70 para buscar trabajo... y yo retorno, fíjate”, comenta en tono jocoso.
“Me vine a A Coruña en 2009 por motivos de trabajo, pero desde el principio me acogieron muy bien. Yo también fui socio del Depor unas temporadas, aunque me borré durante un tiempo porque tenía que trabajar los fines de semana, así que no podía ver los partidos. Pero ahora que mi hijo Xabi tiene 7 años, se empieza a dar más cuenta y ha empezado a jugar al fútbol en el Silva, le he hecho socio y vamos juntos a Riazor”, prosigue... “y Silvia quería que el niño se hiciera del Depor, así que no había opción”, se ríe.
En su “cuadrilla” futbolera —como Álvaro Veiga denomina a su grupo de amigos, ya que se trata de una palabra empleada en el País Vasco y en La Rioja—, la pasión blanquiazul se transmite de padres a hijos... así que cada jornada acuden todos juntos al ‘coliseo deportivista’.
“Tenemos unas banderas con el escudo del Deportivo que son artesanales, hechas por Jacobo, otro de los amigos de la cuadrilla, en las que pone la frase ‘de pais a fillos’, porque así es como sentimos el deportivismo”, explica.
“En Riazor no fallamos nunca. Estamos siempre pegados al poste izquierdo de Mackay, que nos han sacado varias veces en el periódico... Ahí estamos con toda la cuadrilla de amiguetes, que traen también a sus hijos. Entonces hay una hilera de siete u ocho niños ahí delante con sus banderas. Es cerca de los Riazor Blues, nosotros estamos tirados un poco a la izquierda, al lado de la fiesta”, explica.
En Riazor no fallamos nunca. Estamos siempre pegados al poste izquierdo de Mackay, con toda la cuadrilla de amiguetes, que traen también a sus hijos
Retomando el viaje a Córdoba, Veiga aclara que “quien realmente lo inició todo fue Jacobo, pero por circunstancias finalmente no pudo venirse con nosotros” para el partido en El Arcángel.
“Ya hemos hecho varios desplazamientos otras temporadas y este año habíamos ido él y yo solos a Salamanca, que fue una pasada. Desde el viernes ya había gente del Depor en la Plaza Mayor y oías los cánticos. El día del partido era una marea y más de medio campo era nuestro. Lo mismo en Córdoba, donde, a pesar de la distancia, habría 700 aficionados del Depor. Es que a la gente le da igual los kilómetros que haya que hacer. Y lo de Riazor ya es tremendo, que se llene en Primera RFEF. Hay campos en Primera que no registran esa entrada. El Celta mismo no llega a los 18.000, y eso que estamos dos categorías por debajo”, subraya.
“Nos quedó muy buen sabor de boca del viaje a Salamanca y por eso nos animamos a ir a Córdoba. El problema era encontrar una autocaravana para esas fechas, porque era puente, y que, además, fuera de siete plazas. Pero apareció una con buen precio y por eso fuimos. Se alinearon los astros”, confiesa.
“Todo fue perfecto. Los niños estuvieron encantados porque la experiencia en autocaravana estuvo genial. Además, coincidió que en Córdoba se celebraba la ‘Fiesta de las flores’, así que había un ambientazo, con peñas, mucha música, carrozas adornadas con flores y muchas despedidas de soltero. Mucha fiesta. La pena es que era el partido para meterse de lleno en la pelea por el ascenso directo, era el todo o nada, pero el Depor no respondió y ahora tiene a tres equipos por delante, cuando quedan sólo tres jornadas”, lamenta.
“Vayas donde vayas, el Depor sigue siendo reconocido. Tanto en Salamanca como en Córdoba nos decían que tenemos el mejor equipo de toda la categoría —se explaya animado— Todos te dicen lo mismo, ‘vais a subir’, pero luego en el campo no se llega a plasmar”.
Vayas donde vayas, el Depor sigue siendo reconocido
“Los entrenadores que están trayendo no son capaces de dar con la tecla, parece que no hay un ‘plan B’. Ni Borja Jiménez me convencía ni Cano tampoco”, protesta.
Aun sí, se prepara para un playoff de ascenso ante el que se muestra “expectante” y asegura: “sigo confiando en el Deportivo porque hay calidad de sobra para ganarle a cualquiera. A ver cómo sale, pero ilusión sí tengo”.
El final no lo conocemos, si el cuadro coruñés estará o no en Segunda el próximo curso, pero sí sabemos que, pase lo que pase, Álvaro, Silvia, Rafa, Belén, Xabi, Martín y Roi estarán en Riazor animando.