El Fabril sigue atascado en los partidos en los que se enfrenta a equipos que no tratan de imponer una propuesta ofensiva basada en el dominio del balón, en las posesiones largas, en la salida de pelota en corto. Ni el Ourense CF, (0-1) ni el Villalbés (1-0), ni el Juvenil (1-1) –aunque dio una buena imagen en Abegondo, muy por encima de su posición clasificatoria– son equipos como, por ejemplo, el Somozas o el Polvorín, precisamente, los dos rivales ante los que el Depor B consiguió sus mayores goleadas de la temporada en la Ciudad Deportiva (3-0 y 4-1).
El Fabril del pasado domingo ante el Juvenil de Ponteareas fue muy similar al del resto de la temporada. No tiene muchas más alternativas Óscar Gilsanz a no ser que opte por futbolistas del Juvenil A. En esta ocasión, las novedades fueron Currás en el lateral derecho (Iván Guerrero fue baja) y Barba en el doble junto a Barba. Todos los demás son jugadores habituales. Tal vez llamó la atención la suplencia de Mella y la titularidad de Runy que, por cierto, fue el futbolista más influyente del encuentro.
Desde el 12 de diciembre, contra el Estradense en Abegondo, no jugaba un partido con el Fabril el guardameta Alberto Sánchez. Quizá esa fue la mejor noticia del empate (1-1) frente al Juvenil para Óscar Gilsanz: el regreso a un once de su portero, el menos goleado de la liga y el que mejor promedio tiene. Encajó, sí, pero en la acción del gol (0-1) del Juvenil hizo un paradón previo y estuvo a punto de desviar el remate de Rubén Besada prácticamente a bocajarro. Alberto ha vuelto.
No hizo una mala primera parte el atacante canario, sénior de primer año y uno de los destacados en la Youth League. Está en dinámica de primer equipo pero juega casi todos los partidos con el Fabril. Sigue sin ser diferencial. Ante el Juvenil hizo alguna buena jugada individual en la primera parte y fue el protagonista de la ocasión más clara del cuadro blanquiazul con un remate al larguero. Regatea bien, pero no da continuidad al juego. Como casi siempre, fue uno de los primeros cambios. Eso sí, Mella fue más vertical que él pero no generó tanto peligro.
Ya no es tan profundo como en la primera parte de la temporada, ya no pisa tantas veces las inmediaciones del área rival. Ni siquiera intimida tanto a los que tienen que defenderlo. En lo que sigue cumpliendo con creces es en los duelos individuales defensivos. Es muy difícil superarle en las acciones de uno contra uno, en las que utiliza bien el cuerpo.
Ante el Juvenil fue con una asistencia. Se giró rápido y, aunque no era un pase difícil, no tardó en asistir a Runy para que firmase el 1-1 a los pocos minutos de saltar al campo. Nájera, indiscutible con el Juvenil A, sigue aprovechando los minutos que tiene en el Fabril aportando su granito de arena.