El corteo blanquiazul llegó a Riazor justo detrás del autocar del Deportivo, que se encontró con un multitudinario recibimiento de una hincha entregada.
Eran poco más de las cinco de la tarde cuando el autobús enfiló la calle Manuel Murguía del campo coruñés para recibir entre cánticos y aplausos el calor de los suyos.
Muchos aplausos para dosos, especialmente para jugadores como un convaleciente Alberto Quiles, que levantó con rabia su muleta, para el técnico Rubén de la Barrera, los coruñeses Raúl Carnero y Bergantiños y como no, el de Monelos, Lucas Pérez.