El centrocampista del Castellón Israel Suero se está convirtiendo en una de las grandes revelaciones de la temporada en Segunda División.

Después de haber iniciado el torneo de la regularidad como suplente en su tercera campaña en Castalia, el madrileño se granjeó la confianza de Dick Schreuder y posteriormente la de Johan Plat para erigirse a sí mismo en un futbolista habitual en los esquemas del club orellut, con el que ha participado en 28 de las 30 jornadas transcurridas de Liga —en 19 de ellas como titular—.
 

En la presente temporada, además de su capacidad para hacer jugar a su conjunto, ha sobresalido por las siete dianas que adornan sus estadísticas, una marca espectacular para la demarcación del campo que ocupa.
 

La evolución de Suero en el fútbol profesional ha sido espectacular incluso antes de llegar al rival deportivista de esta noche. 
 

Forjado en las categorías inferiores del Real Madrid, Atlético de Madrid, Rayo Majadahonda y Rayo Vallecano, efectuó una apuesta marcada por el fútbol germano hace siete años, fiando su suerte a un estilo de juego que sobre el papele le beneficiaba como es el ida-vuelta constante. 
 

Su primer equipo fue el CSC 03 Kassel, de la sexta división alemana. En este modesto apenas estuvo tres meses, antes de fichar por el TSV Eintracht Stadtallendorf, de cuarta categoría.
 

Su tercera y última experiencia en Alemania fue el SV Elversberg, con el que ascendió a la división de bronce estatal.
 

Muy poco tiempo después de debutar en esa categoría, volvió a España para fichar por el Castellón en verano de 2022.
 

Desde entonces su progresión, en plena madurez deportiva, parece no tener techo a los 30 años.