El deportivismo coronó un desplazamiento espectacular, con la movilización de unos 1.500 aficionados en Burgos, con la consecución de tres puntos cruciales para la obtención de oxígeno en la tabla.
A lo largo de todo el fin de semana la afición herculina se hizo notar en la ciudad castellana, aportando su calidez a una urbe gélida desde el punto de vista meteorológico.
Desde el pasado sábado a las 20.00 horas el bar La Oficina se convirtió en el epicentro del sentimiento blanquiazul; no en vano, en la víspera fue inaugurada allí la peña deportivista Los del Arlanzón.
Su sede social fue un auténtico hervidero desde primera hora de la mañana del propio domingo, en la que el deportivismo efectuó una previa ‘exprés’, habida cuenta de que el encuentro en El Plantío dio inicio a una hora tan poco frecuente como las 14.00 horas.
Cientos de seguidores coruñeses, entre ellos alguno ilustre como Nacho Carretero, disfrutaron de un mediodía muy especial, que conjugó comida, bebida y cánticos deportivistas.
A falta de una hora para el inicio del comienzo de la contienda, la actividad de la hinchada visitante se trasladó a los aledaños de El Plantío.
Ya en el interior del recinto burgalés, el Fondo Norte se vio teñido por completo con los colores blanco y azul. A mayores de las 432 entradas de este sector facilitadas por el club anfitrión, ambas tribunas registraron la afluencia de cientos de fanes del Dépor, que consiguieron sus respectivos billetes a través de la página web oficial del Burgos CF.
Más de sesenta agrupaciones blanquiazules estuvieron representadas en un fin de semana en el que la Federación de Peñas fletó un autocar para facilitar el desplazamiento de más de cincuenta aficionados.
Después de una primera parte un tanto descafeinada, el ambiente fue in crescendo en los segundos 45 minutos; coincidiendo con la salida al campo de Lucas Pérez desde el banquillo en el minuto 63 el graderío visitante estalló de júbilo.
La apoteosis definitiva tuvo lugar, lógicamente, con la materialización del tanto de la victoria, un 0-1 obra de Mario Soriano que desató la euforia entre los deportivistas viajeros.
Tras el sufrimiento de los minutos finales, el equipo agradeció con una ovación el esfuerzo acometido por los fieles de Riazor.