Toda maldición tiene su final y el Deportivo decidió que ya era hora de dejar de ser el equipo simpático que regalaba puntos a los de arriba. En una noche en la que Riazor dejó de ser un parque de recreo para visitantes, algo recurrente en la primera mitad del campeonato, los blanquiazules barrieron al Almería, demostrando que en su casa no siempre se come gratis. El Dépor se impuso por primera vez a un equipo de la zona alta de la tabla y lo hizo protagonizando una primera mitad para el recuerdo, con gol incluido de Zakaria Eddahchouri en su primer encuentro como titular. Yeremay y Mella se unieron a la fiesta con otros dos tantos, mientras que la única nota negativa fue que Helton, que cuajó un partidazo, no consiguió dejar la portería a cero por tercera vez consecutiva debido al gol de Luis Suárez en el tiempo añadido.
Eddahchouri fue la gran novedad en el once de Gilsanz. El delantero neerlandés, que ya debutó en Ipurua, se estrenó como titular en Riazor en una alineación a la que volvieron Pablo Martínez y David Mella en lugar de Dani Barcia y Juan Gauto, respectivamente. El invariable 1-4-2-3-1 del técnico betanceiro para enfrentarse a un Almería que dejó en el banquillo a Sergio Arribas, quien ya brilló en Riazor cuando era jugador del Real Madrid Castilla.
El gafe de Riazor volvió a sobrevolar el ambiente en los primeros minutos del encuentro con varias acciones erráticas de Pablo Vázquez y Helton en salida de balón. El Almería, más allá de un tiro desviado de Lopy desde la frontal del área, no supo castigar las únicas dudas en el juego de los blanquiazules durante la primera parte. A partir de ahí, solo hubo un equipo sobre el césped en los primeros 45 minutos.
José Ángel volvió a tomar las riendas del juego, como en todo este 2025, y el Deportivo comenzó a carburar tanto en ataque estático como penalizando las pérdidas de los visitantes con la verticalidad de Yeremay, Soriano, Mella y un Eddahchouri que no se cansó de tirar desmarques de ruptura. En el minuto 6, Yeremay castigó una indecisión de Bruno Langa, pero el Dépor no supo sacar partido a una contra en superioridad. Mella no se atrevió a tirar cuando tuvo oportunidad y Lopy hizo valer su físico en el repliegue para llegar al corte antes del remate de Soriano.
Poco después, Ximo calcó la subida que originó su gol en Ipurua, pero esta vez su pase atrás lo envió Yeremay fuera. A esas alturas del encuentro, el Dépor ya se había instalado en campo rival difuminando la versión temerosa en salida de balón de los primeros minutos y convirtiéndose en un equipo imparable en tres cuartos. Solo faltaba la precisión en la ejecución en los metros finales.
Y ahí apareció Zaka. El delantero neerlandés recibió en la frontal un pase de José Ángel, realizó un control orientado con la zurda, se acomodó el cuero con la diestra y soltó un latigazo que, tras tocar levemente en Edgar, se coló en la portería de Maximiano. Eddahchouri se volvió loco, igual que todo Riazor, y saltó la valla de publicidad para celebrar su primer gol como blanquiazul con la afición. Un estallido de felicidad que se tuvo que poner en espera debido a la revisión del VAR por un posible fuera de juego que finalmente no fue por milímetros.
El Almería protagonizó una respuesta tímida con un chut desviado de Baptistao, pero el partido ya era completamente del Dépor. José Ángel al mando, Villares haciendo honor a su apodo de 'Pulpo', Ximo y Obrador creando dos autopistas por sus respectivas bandas, Mella, Soriano y Yeremay siendo indetectables para un Almería totalmente superado y Eddahchouri demostrando por qué dijo en su presentación que era un delantero "dinámico".
En ese contexto, Obrador llegó nuevamente al vértice del área rival, levantó la cabeza y vio a Yeremay al borde del área: pase preciso, control mejorable del canario y, tras una pájara y un resbalón de Edgar, remate del '10' a placer. A pesar de tener toda la portería para él solo y encarar a un Maximiano vendido, el tiro de Yeremay incluso tocó el pie del portero antes de besar la red. Una muestra de que Yeremay ya es un jugador de élite en muchas facetas, pero todavía puede mejorar de cara a puerta. Aun así, 2-0 y la fiesta aún no había tocado techo.
Tras el 2-0, el Almería volvió a disimular ligeramente con un tiro desde lejos de Lázaro que despejó Helton a córner. Pero todavía quedaba el tanto de Mella. El canterano recibió el cuero cerca del vértice del área rival en un contragolpe y decidió ponerse el disfraz de Robben: recorte hacia su pierna izquierda y lanzamiento con rosca para superar la estirada de Maximiano. Otro golazo y una nueva celebración golpeándose el escudo, como ya habían hecho antes Zaka y Yeremay.
El Dépor se tomó un respiro en los minutos finales de la primera mitad y Helton cerró el choque antes del descanso con un blocaje, por fin, a un chut de Baptistao desde la frontal.
La clara superioridad blanquiazul se redujo levemente en la reanudación y, además, se constató la sensación de que era el día del Dépor, ya que el Almería se empeñó en desaprovechar los aislados fallos blanquiazules, sobre todo de un dubitativo Pablo Vázquez. En primer lugar, Luis Suárez le pegó al aire tras un resbalón del central y, acto seguido, Baptistao, tampoco conectó el remate en un centro desde la derecha. Minutos más tarde, Lázaro no llegó a desviar un centro de Baptistao.
El Dépor, ya sin la responsabilidad de ir a por el partido, mutó en una versión reactiva a la espera de una contra que sentenciara definitivamente el partido. Pudo llegar en el minuto 64 con un carrerón de Yeremay, que se plantó solo ante Maximiamo y picó el balón por encima del portero. Sin embargo, Edgar salvó el 4-0 bajo palos, manteniendo con un hilo de esperanza a un Almería que volvió a desperdiciar un despiste, esta vez de Obrador. Arnau Puigmal le ganó la espalda al lateral blanquiazul, pero Helton le achicó el espacio de forma valiente para desbaratar el ataque.
Rubi trató de agarrar a su Almería al partido con cuatro cambios en menos de diez minutos. A pesar de la ventaja en el marcador, el Dépor se mostró nervioso en algunas fases del juego y le empezó a quemar el balón. Sergio Arribas, que ya estaba en el campo, comenzó a capitalizar el juego de los visitantes, pero de nuevo apareció Helton para evitar el 3-1. Primero despejó un zurdazo raso de Luis Suárez y, acto seguido, salvó con la cara el remate de Arribas en el rechace. El muro brasileño sostuvo la renta con sus intervenciones y permitió al Dépor, que vio el debut de Genreau en el 80, afrontar los minutos finales con la tranquilidad que dan tres goles de ventaja. Aunque Helton no pudo hacer nada en el tiempo añadido para evitar el gol de Luis Suárez, máximo artillero de Segunda División.
Aun así, la victoria fue más que justa. Riazor pedía una noche así a gritos y el Dépor se la concedió. Un golpe en la mesa, un “aquí estamos” en toda regla. Con el pitido final, la afición celebró algo más que tres puntos: la ruptura del maleficio contra los equipos de la zona alta, la consolidación de una nueva versión del equipo y la sensación de que hay vida más allá del sufrimiento continuo en Riazor.
Deportivo 3 - 1 Almería |
Deportivo: Helton Leite; Ximo Navarro, Pablo Vázquez, Pablo Martínez, Obrador; José Ángel, Villares (Jaime, min.86); Mella (Gauto, min.80), Mario Soriano (Denis Genreau, min.80), Yeremay (Diego Gómez, min.86); y Eddahchouri (Barbero, min.70). Almería: Maximiano; Marc Pubill, Chumi, Edgar, Bruno Langa (Álex Centelles, min.68); Robertone (Melero, min.61), Dion Lopy; Leo Baptistao (Arnau Puigmal, min.61), Melamed (Arribas, min.61), Lázaro (Perovic, min.81); y Luis Suárez. Goles: 1-0, min.19: Eddahchouri. 2-0, min.26: Yeremay. 3-0, min.31: Mella. 3-1, min.90+3: Luis Suárez. Árbitro: Sesma Espinosa (C. riojano). Amonestó a José Ángel (m.50) y Eddahchouri (m.61), por parte del Deportivo; y a Lopy (m.45), Luis Suárez (m.76) y Arnau (m.88), por el Almería. |