En su cuarta temporada consecutiva en Segunda División, el Burgos CF no ha conseguido despuntar, al ocupar la decimoquinta posición en la clasificación con 27 puntos, solo dos más que su próximo visitante, el Deportivo de La Coruña (que ha disputado un encuentro menos).
La irregularidad que ha caracterizado al rendimiento de los castellanos le ha costado el puesto a su anterior entrenador, el vasco Jon Perez Bolo, que en la jornada decimotercera fue reemplazado por el exjugador deportivista Luis Miguel Ramis en el banquillo burgalés.
Hasta el momento, el Burgos no ha conseguido convertir su estadio de El Plantío en un fortín, cediendo demasiados puntos que le han alejado de la zona tranquila de la Segunda División.
En concreto, ha saldado su balance de compromisos como anfitrión esta campaña en Liga con un total de cinco victorias, tres empates y otras tantas derrotas; unos guarismos que reflejan que han dejado escapar 15 puntos de su feudo. Una circunstancia que debe aprovechar el Deportivo el próximo domingo a las 14.00 horas.
El equipo blanquinegro comenzó la Liga con un triunfo contundente en casa ante el Cartagena por 3-1, con tantos a cargo de Ojeda, Fer Niño y Curro Sánchez, quizá su mayor estandarte este curso (renovado hasta 2027).
El Zaragoza tampoco pudo puntuar en su visita al feudo burgalés en la jornada quinta (1-0), el mismo resultado con el que doblegaron a Eibar, Eldense y Tenerife.
Sin embargo, el Burgos se ha encasquillado ante su afición con tres igualadas en los compromisos ante Granada (2-2), Racing de Ferrol (1-1) y Málaga (0-0).
En otras tres ocasiones los castellanos no han conseguido sumar como locales frente a Castellón (0-2), Mirandés (0-1) y Sporting de Gijón (0-2).
El Deportivo tratará de desquitarse del mal resultado obtenido ante la formación ahora dirigida por Ramis, que en la jornada sexta (con Bolo al timón) fue capaz de desbancar a los herculinos por 0-2.
En aquella ocasión las dianas conseguidas en las postrimerías del encuentro a cargo de Sancris (minuto 88) y Curro Sánchez de penalti (minuto 97) supusieron un auténtico jarro de agua fría para un Dépor que no fue inferior a su contrincante pero que pagó muy caros dos graves despistes defensivos.