El entrenador del Deportivo, Borja Jiménez, aseguró en la rueda de prensa previa al choque ante el Linares que el cuadro blanquiazul no es el favorito para el ascenso a Segunda.
“No creo que seamos los favoritos, a partido único y en este momento de la temporada, con dos equipos que ya han ascendido... Ahora los ocho que quedamos tenemos un objetivo, que es el del todo el año. Si me sintiera favorito vendría aquí y os lo diría. Me siento igual que el resto, con capacidad para hacer cosas para ascender y creyendo que lo vamos a hacer”, argumentó.
Aseguró que, en lo que respecta a su equipo, tienen “mucha ilusión, presión no. Así lo siento yo y así me lo transmiten los jugadores. Nos tiene que mover la ilusión de hacer algo importante por el club, acercarlo al fútbol profesional. No veo al futoblista presionado, sería buscar excusas si las cosas no salen bien. Si no salen será porque no estaremos acertados. Ahora (por hoy antes de la sesión) entrenaremos, ahondaremos en algún matiz, pero ya está todo trabajado. Que tengan buenas sensaciones, buen ‘feeling’ y sabiendo que mañana será un día bonito, seguro”, afirmó.
El preparador dijo que su labor era mantener el plantel tranquilo y focalizado, a pesar de la ‘excitación’ y las ganas que habría en el entorno y comentó que creía haberlo conseguido.
“Ha sido una semana muy tranquila, trabajamos muy bien, contento con cómo se han comportado (los futbolistas), por cómo ha transcurrido toda la semana, con normalidad, siendo conscientes de lo importante del momento. Con opciones, pero relativizando mucho, solo es un partido de futbol, habrá vida después, lo vamos a hacer bien, los jugadores están convencidos y concienciados”, aseveró.
Ante el que podría ser su tercer ascenso, tras los logrados con Mirandés y Cartagena, se reafirmó en su tranquilidad. “No noto presión porque van pasando años y te vas dando cuenta de todo, de cómo funciona. Mañana es un día importante, pero el domingo volverá a salir el sol, pase lo que pase. Presionado no, tengo mucha ilusión, la gente se lo merece, ha sufrido durante años, así te lo transmiten y es más una responsabilidad, de hacerlo bien para que ellos sean felices. Que la gente cuando acabe el partido sea feliz, a partir de ahí si tenemos suerte y pasamos la eliminatoria nos plantearemos el siguiente”, dijo.
También quiso salir al paso de las quejas del ténico del Linares, Alberto González, por la disputa del choque en el Abanca Riazor, que considera que no es una sede neutral. Para Borja, jugase donde se jugase, la afición iba a responder en masa. “El Deportivo no tiene la culpa de que el playoff se juegue aquí, ni sus jugadores, ni su afición. Da igual donde hubiéramos jugado, aquí, en Madrid, en Murcia, en la Conchinchina. Hubiéramos sido locales siempre, habríamos movido 7000-8000 personas, nos habríamos sentido arropados. En eso somos los mejores y no hay nadie cercano a nosotros, nuestra afición no es de esta categoría. La sede se sabe desde hace unas semanas, se intuía, jugamos aquí pero habríamos jugado en cualquier sitio. Lo importante es estar aquí, para intenter ascender, en el lugar adecuado y en el momento oportuno”, afirmó.
Sobre el Linares destacó que tiene “buen trato con el balón y un delantero que lleva haciendo muchos goles en la categoría” pero aseguró que “a las nueve, a ponerse el escudo, a salir con la espada y a luchar”.
No hay que cambiar nada, hay que ser valientes
El preparador, al ser preguntado por qué Deportivo se verá esta noche, aseguró que será el mismo que durante prácticamente todo el año.
“Riesgos vamos a asumir como cada semana. Quiero ver el Depor que vimos nueve meses de los 10 de la competición, que es muy reconocible. La gente nos va a ayudar, seguro, como todo el año, estamos acostumbrados a ese ambiente, a partidos de 90 minutos en los que habrá que ir a por él desde el primer minuto porque es como entiendo el juego y lo que les hemos transmitido. No hay que cambiar nada, ser valientes y que cuando acabe el partido nadie pueda reprocharnos nada”, deseó. Y sobre el once, aunque declaró que albergaba algunas “dudas” destacó que “habían intentado aprovechar los momentos de forma de los futbolistas” y dijo que se sentía “orgulloso” de lo que habían construido “dentro”, en el seno del vestuario.