Las sensaciones en el terreno de juego y los resultados no acompañan demasiado al Deportivo en este inicio de curso, pero el preparador del conjunto herculino no pierde la sonrisa ni el sentido del humor.
Quedó demostrado en los primeros compases del entrenamiento que dispuso ayer en la Ciudad Deportiva de Abegondo, en la parte más distendida de la jornada de trabajo, antes de dar instrucciones de carácter táctico a los futbolistas de la plantilla.
En ese momento, con los rondos dispuestos en el segundo campo de la Ciudad Deportiva, el míster blanquiazul bromeó con Pablo Martínez, que se había sacado la camiseta durante unos segundos para ponerse otra, y también vaciló a otros futbolistas.
Además de las bromas, también premió la calidad del trabajo en esos primeros instantes de la jornada que se desarrolló con buena temperatura ambiental y sol en Abegondo. Le gustó más uno de los rondos que otro, o eso, al menos, les transmitió a los futbolistas.
Previamente, también hubo anécdota con el preparador físico Luis Fandiño que se confundió Rubén con Roberto al nombrar a uno de los futbolistas para darles las pautas de lo que quería ver en acción en esa tarea que formaba parte del calentamiento del plantel.
Después de esos rondos y algo de trabajo físico, el entrenamiento continuó con el ensayo de transiciones y de centros laterales con los tres centrales en escena, Jaime Sánchez, Adrián Lapeña y Pablo Martínez. Los tres continuaron juntos en el siguiente ejercicio táctico, centrado ya en el partido con el Rayo Majadahonda, en el que Borja dio las primeras pistas sobre el presumible once inicial que formará en el Cerro del Espino.
Como todas las semanas, el técnico dedicó buena parte del entrenamiento a adiestrar a sus jugadores en determinados movimientos que pretende ver en acción en la séptima jornada del campeonato.
A ella llegan los deportivistas con dudas después de haber sumado once puntos de dieciocho posibles en seis partidos disputados.
A los problemas defensivos, que ahora se centran, principalmente, en las transiciones, se suman los ofensivos, ya que los goles de los delanteros no han llegado.
En todo caso, los blanquiazules no pierden las ganas, la motivación y la sonrisa en cada práctica. Mantener la alegría y el buen humor es, sin duda, una de las claves para salir de las dificultades en que se encuentran los deportivistas.
A fin de cuentas, el campeonato está empezando en Primera Federación y tienen tiempo para enderezar el rumbo, pero, cuanto antes sean capaces de hacerlo, mucho mejor.