“Mi responsabilidad es poner a los que yo creo que vienen mejor al equipo. Yo tengo un respeto por todos. No es que Trilli esté mal, sino que considerábamos que si íbamos a meter mucha gente por dentro, meter la pelota por donde no cabe, sabíamos que íbamos a tener pérdidas. Teníamos que tener jugadores que en la transición defensiva fuesen buenos. No hay más. No obedece a nada raro”, justificaba Óscar Cano el pasado 9 de enero su decisión de alinear al centrocampista Diego Villares como lateral derecho, ante la baja de Antoñito, en lugar de apostar por un jugador natural para esa posición como Trilli.
Era una muestra más de la desconfianza del técnico granadino en el canteraro blanquiazul, al que desde su llegada apenas había concedido 38 minutos, cinco en el empate contra la Cultural Leonesa en Riazor (2-2) y 33 en la derrota en Badajoz.
El lateral derecho se sometió en junio a una artroscopia en su tobillo derecho para poner fin a la pesadilla que le había tocado sufrir durante los últimos meses de la temporada 2021-22. El joven futbolista tenía el verano por delante para recuperarse y arrancar el curso 2022-23 a tiempo. Y así fue.
El canterano, que había sido una de las sensaciones del Depor durante la primera mitad de la campaña anterior, participó en cuatro de los siete partidos que dirigió Borja Jiménez antes de su destitución.
Apenas participó un cuarto de hora en el triunfo ante la Balompédica Linense (2-1) con el que la escuadra herculina arrancó la temporada.
Repitió con 16 minutos frente al Pontevedra, también en el estadio coruñés (1-1).
El 24 y el 28 de septiembre encadenó dos titularidades consecutivas. Completó todo el encuentro en el choque con el Celta B en Riazor (1-1) y jugó 74 minutos en la victoria frente al Talavera (3-2).
El entrenador andaluz jamás concedió ni la más mínima oportunidad al canterano. Desde que el técnico nazarí tomó las riendas del bloque deportivista, Trilli desapareció del mapa. De hecho, hasta que Rubén de la Barrera sustituyó a Cano en la trigésima séptima jornada, el lateral derecho apenas había disputado 53 minutos en 29 jornadas.
Antoñito; cuando el lateral derecho andaluz no estuvo, el centrocampista Diego Villares; y en otras ocasiones, el central Adrián Lapeña. Cualquier opción antes que conceder una oportunidad a Trilli en el lateral derecho. Y el canterano, harto, llegó a buscar una salida que no se terminó de producir.
Rubén de la Barrera regresó al Depor y el canterano revivió. “Trilli va a jugar, y él y su rendimiento nos dirán si va a tener continuidad o no”, manifestó el técnico en su presentación.
El estratega coruñés concedió los 90 minutos al lateral derecho en las dos últimas jornadas de la liga regular. No le utilizó en la ida de la semifinal del playoff y le concedió 29 minutos en el duelo de vuelta.
El hecho de que apenas jugara el pasado curso, la llamada de equipos como la Real Sociedad y el Villarreal para sus filiales y que su cláusula de rescisión apenas sea de 200.000 euros provoca que no esté claro si Trilli seguirá o se irá.