En principio se preveía un partido muy complicado ante un rival con quizá la mejor plantilla de la categoría; de inicio había muchas incógnitas por resolver,  como el rendimiento defensivo de un Dépor castigado en casa ante el conjunto más goleador de Segunda.

La creación de juego en el centro del campo también ofrecía serias dudas, habida cuenta de que era una asignatura pendiente de esta campaña.
 

Tras un comienzo de partido más o menos igualado pero con bastante ritmo, toda la táctica se viene abajo con la magia del gol.
 

En doce minutos, del 19 al 31, el Deportivo se pone 3-0 y entonces casi no te puedes explicar cómo ha sucedido todo.
 

Zakaria demostró sus condiciones en un balón en el que se gira al borde del área y envía la red; Yeremay también genera una jugada en la que logra convertir el 2-0 ante el portero Maximiano.
David Mella se sacó de la nada un balón al borde del área que transformó en un golazo.
 

Ya con el 3-0 en el marcador hasta el descanso no hay ataduras que valgan, el Deportivo estaba crecido y el Almería se hundió por completo.
 

En la segunda parte el Deportivo levantó el pie del acelerador, al cuadro herculino le faltaba último pase, no encontraba el modo definitivo de crear fútbol para hacer el cuarto y, al no vulnerar al rival, acabas hundido casi en tu área conteniendo los ataques del Almería.
 

El cuadro andaluz realizó muchos cambios, te dominaron, te crearon situaciones de gol pero Helton se volvió a convertir en un futbolista decisivo.
 

Luis Suárez se desesperaba porque el Almería no era capaz de materializar ninguna de sus oportunidades.
 

El Deportivo apenas generó un par de tímidos acercamientos en los segundos 45 minutos. Una pena no haber podido sentenciar a la contra, mientras que el visitante sí recortó distancias con el 3-1.
 

El resultado sirve para constatar la valía de un delantero que sacó de la nada una ocasión de gol. Tres puntos que te obligan a pensar en alzar la mirada a la parte alta de la clasificación.