Valencia, una de las sedes excluidas del listado definitivo de la Federación Española de Fútbol de cara al Mundial 2030, sigue decidida a plantar batalla hasta el final.
Los desencuentros entre el Ayuntamiento de A Coruña y el Deportivo por la ampliación del estadio de Riazor, obra necesaria tras confirmarse la ciudad como sede, han abierto una brecha de la que la candidatura levantina ve la posibilidad de aprovecharse.
Administraciones y club, durante años enemistados, parecen remar en una misma dirección tras el desbloqueo del proyecto del Nou Mestalla, parado desde hace 15 años. Y desde el consistorio valencianista hacen fuerza y presionan a Federación y Gobierno.
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, instó a ambos organismos a aclarar “en horas” la decisión de excluir a la ciudad de la lista de sedes para el Mundial 2030 que se ha enviado a la FIFA. La candidatura de Valencia envió sendas misivas. “Mandamos el burofax tanto a la Federación como al CSD y espero que en unas horas tengamos una respuesta porque creo de verdad que la lealtad institucional, la colaboración entre las administraciones y el buen hacer de todas las entidades que están colaborando en la preparación de este Mundial se desarrolla con respuesta correctas (que permitan) que podamos tener acceso a la información al informe el órgano decisor que motivó en su día a priori la exclusión de la ciudad de València para ser sede”, apuntó Catalá.
En declaraciones a los medios, aseguró que la candidatura seguirá con el trabajo “a todos los niveles” para revertir esta decisión.
En este sentido, ya ha pedido la intermediación de la FIFA y han contratado a un asesor externo de este organismo para que realice una auditoría de la candidatura y conseguir que el organismo internacional le repesque. “Hay esperanza y lo vamos a pelear”, afirmó la alcaldesa Catalá.