“No nos van a regalar nada”. Fueron las palabras de Manuel Pablo en la rueda de prensa previa al choque de hoy (18.30 horas). A veces, las apariencias engañan. Y la situación en la tabla clasificatoria lo hace todavía más.
Precisamente eso es lo que le puede ocurrir esta tarde al Fabril ante el Llanera, un equipo que ocupa los puestos de descenso pero que hacen del Pepe Quimarán su mejor aliado. 90 metros de largo y 56 de ancho. Esas serán las medidas a las que el filial deportivista tendrá que enfrentarse.
Para colmo, el técnico blanquiazul no podrá contar con tres de sus indiscutibles. Kevin Sánchez y Damián Canedo vieron la quinta tarjeta amarilla en el encuentro de la pasada jornada ante el Bergantiños. Ambos cumplirán sanción y serán baja. Alfaro, el engranaje que se encarga de hacer funcionar la maquinaria fabrilista, tampoco estará hoy sobre el verde por un problema físico.
Aunque el Dépor B está pendiente hasta última hora de las necesidades del primer equipo, Manuel Pablo reveló que cuenta Samu: “Creo que nos lo van a liberar. Pero vamos a tener que tirar mucho del juvenil, intentando perjudicarlo lo menos posible”.
En el plano de las buenas noticias, regresa Guerrero tras cumplir ciclo de tarjetas amarillas ante el Bergan. Una figura que se antoja como importante, sobre todo teniendo en cuenta que, tras Kevin, es el máximo anotador del equipo con 7 dianas, seguido muy de cerca por Alfaro, con 6.
Los de Chuchi Collado, decimocuartos con 34 puntos, están a solo 3 de la zona que asegura la permanencia.
Recién ascendidos, su arranque en Segunda Federación no fue sencillo. Terminaron la primera vuelta con solo 11 puntos en su casillero particular. Ahora, merced a su reacción, han logrado revertir esas cifras en el segundo tramo de competición. De hecho, ha tenido que ser el líder del Grupo 1, el Pontevedra, quien cortase una racha de 8 jornadas sin conocer la derrota.
La respuesta ha sido tardía, pero ahora les permite estar de lleno en la lucha por la salvación e incomodar a un Fabril lanzado hacia la meta del playoff.
Con la victoria ante el Bergantiños (2-1), el Fabril busca ahora encadenar una nueva victoria que le permita mantener, y quién sabe si ampliar, el colchón de cuatro puntos.
La buscará como visitante, una condición que, aunque desafía a la lógica, le beneficia. Ningún equipo ha ganado más partidos (7) lejos de su feudo que el Fabril.
El Pepe Quimarán, con unas condiciones extraordinarias, será una prueba de fuego de lo más vertiginosa. Sobre todo porque el conjunto dirigido por Manuel Pablo sufre sin espacios.
Se vio en el campo del Escobedo, de donde sacaron los 3 puntos con un gol de Alfaro en el 89 ante un rival con uno menos. Y se ve también ante cada rival que se planta en Abegondo con un bloque bajo, esperando agazapados en su área para reducir los huecos al mínimo.
Pero Manuel Pablo lo tiene claro. Es lo que hay y aclimatarse a las condiciones es la única opción: “Tenemos que adaptarnos a lo que vamos a encontrarnos. Es un campo muy pequeño, muy estrecho, muy corto y encima el césped es artificial, y no de las mejores condiciones. Pero es lo que hay, es lo que nos toca”.
No extrañaría ver un cambio de sistema. El habitual 4-2-3-1 del filial deportivista podría convertirse en un 4-4-2 dadas las características del terreno de juego.