El Fabril sigue sin encontrarse. Al filial del Deportivo le cuesta un mundo manifestar superioridad, tanto a nivel de juego como de resultados, contra equipos ante los que debería ser superior. Es curioso que las victorias más contundentes del Depor B esta temporada hayan sido contra los dos primeros: Somozas (3-0) y Polvorín (4-1). Ayer no pasó del empate (1-1) en Abegondo frente a un Juvenil que tuteó al conjunto local durante muchas fases del partido.
El Depor B no estuvo mal en el primer tiempo, incluso pudo tomar ventaja en el marcador. Yeremay tuvo una ocasión clarísima en el minuto 30. Fue en un balón directo del Fabril en el que Davo pugnó con Cuña, que no fue contundente en el despeje y le dejó la bola al canario, que se giró, realizó una buena maniobra y sacó un disparo con la derecha que impactó en el larguero. La escuadra de Gilsanz sacó varias veces de la esquina –jugadas marcadas con dos brazos arriba, con las manos en la cabeza, con Yeremay cerca de Runy para que el cuero le acabase llegando a Currás y que este centrase– pero sin generar peligro real.
El equipo de Lino Estévez se marcó un partido más que serio en Abegondo. Presión alta, conservaciones largas, caídas a banda de los puntas, interiores entre central y lateral en salida de balón para dificultar el posicionamiento del Fabril… Y llegó con marcador a favor al descanso. Fue en una situación de centro lateral desde el costado derecho. El cuero fue directo al corazón del área y le siguió un cabezazo con paradón de Alberto. La bola quedó suelta en el área pequeña, escorada a la derecha del portero blanquiazul, donde apareció Rubén Besada para remachar. Aunque el guardameta blanquiazul volvió a tocar el esférico, no fue capaz de evitar que acabase arañando la red. 0-1 con el que se llegó al intermedio.
El Fabril no consiguió meterle una marcha más al partido y Gilsanz hizo un doble cambio en el 57. Nájera y Mella entraron por Barba y Yeremay, Sanmartín pasó al doble pivote con Brais Val, Nájera actuó en la mediapunta y Mella en la izquierda. A los tres minutos y el filial ya había empatado. Fue en un error en la salida de balón del Juvenil en el primer cuarto de campo. El Depor B atacó rápido, con pocos pases, como se siente cómodo, y el balón le llegó a Runy en la frontal. Intervino con electricidad y sacó un tiro cruzado que se coló en la puerta de Sampayo.
Daba la sensación de que el empate podría abrir la puerta a un nuevo partido pero no fue así. Hubo ocasiones, sí, pero en ambas áreas. Mella mandó una volea al lateral de la red tras centro de Runy y Davo, en boca de gol tras pase de la muerte del propio Runy, se encontró con Sampayo. El Juvenil las tuvo con un pase atrás que desvió milagrosamente Barcia evitando un remate franco y con una volea de Telmo. El electrónico no se alteraría hasta el pitido final. Y no fue injusto. El Juvenil se le atragantó al Fabril.