Hasta hoy, el Fabril solo había ganado un encuentro de los últimos seis. La dinámica era claramente negativa. Por si fuera poco, en el choque de filiales gallegos se adelantó el Polvorín nada más empezar. Leandro hizo el 0-1 con el que se llegó al descanso. Una vez más se demostró eso de que hay varios partidos dentro de un mismo partido. La segunda parte no tuvo nada que ver con la primera. El conjunto de Óscar Gilsanz adelantó líneas para apretar alto y el Lugo B no supo salir de esa presión. El ‘hat trick’ de Davo, el mejor sobre el césped de Abegondo, y el golazo de Nájera dejaron el marcador en el 4-1 final.
La puesta en escena del Polvorín fue sensacional. Estructurado en el habitual 1-4-4-2 en rombo de Álex Ortiz, el filial rojiblanco gobernó el encuentro a través de la posesión de balón con mucha amplitud de sus laterales, con mucho juego interior y con una presencia constante en campo contrario. Y el 0-1 no tardó en llegar. En el minuto 6, Leandro se revolvió bien en el área y superó a un indefenso Brais.
El Fabril, en 1-4-2-3-1 con las parejas Iago-Mella e Iván-Yeremay por fuera, trató de profundizar por los carriles exteriores pero sin éxito. En contadas ocasiones llegó con claridad el Depor B al área rival en los primeros 45 minutos. Cierto e que el Polvorín, a partir del cuarto de hora, bajó el ritmo y dejó de generar peligro. En la última media hora del primer acto no pasó prácticamente nada; ni por un bando ni por el otro.
La segunda mitad fue totalmente diferente, sobre todo por parte del Fabril. Óscar Gilsanz hizo que su equipo adelantase líneas y realizase una presión alta muy intensa que dio frutos. El Polvorín, obsesionado con la salida de balón en corto, no fue capaz de encontrar soluciones en la espalda de los laterales blanquiazules, que también saltaban continuamente a campo contrario. Toda la segunda mitad, salvo contadas ocasiones, se jugó en la parcela de campo de la escuadra visitante, que no fue capaz de salir con la bola jugada con claridad ni siquiera con la opción de Álex Ramos en posición de lateral izquierdo.
Gilsanz, que varió el posicionamiento de los medios (de 1-4-2-3-1 a 1-4-3-3 con Mario y Sanmartín de interiores) entendió que el Lugo B, con un solo jugador exterior en cada banda -los laterales Expo y Luis-, podría tener dificultades si el Fabril acumulaba jugadores por fuera en la salida y así lo hizo en la segunda parte. En más de una ocasión, Sanmartín estuvo pegado a la línea de cal, con las opciones tammbién por fuera del lateral Iván Guerrero y del extremo Runy, que sustituyó a Yeremay en el descanso y estuvo bastante más entonado que el canario, en dinámica de primer equipo.
Los goles blanquiazules no tardaron en llegar. En el 53, David recuperó en la medular y jugó un pase hacia delante para un Davo que, sin vigilancia, se plantó a un Brais que dudó y que le permitió encontrar hueco en el remate desde la frontal. 1-1. Sanmartín pudo hacer el 2-1 en el 65 tras un pase desde la línea de fondo de Iván, pero el portero del Lugo se encontró el cuero. El que no perdonó fue Davo en el 70.
Completó la remontada cabeceando a la red (error grave de Brais) una asistencia de Mella después de que el propio Davo iniciase la jugada con un gran movimiento con el que permitió a Runy sacar un primer centro con peligro. Fue el 2-1 y, un minuto después, el propio Davo alcanzaría el ‘hat trick’ aprovechando que el Lugo estaba totalmente desarbolado. El pase de gol, al segundo palo, fue de Runy.
Con el partido totalmente sentenciado porque el Polvorín no tenía ideas ni energía, Gilsanz metió a dos juveniles más al campo, Jairo y Nájera, y este último firmó un auténtico golazo en acción individual en el minuto 94.