El Leyma Basquet Coruña pasó por encima del Ourense en un derbi donde los visitantes solamente plantaron cara durante 10 minutos, los primeros.

El primer cuarto fue para olvidar. El COB arrancó dormido –en la primera posesión del partido agotó los 24 segundos sin lanzar– y el BC lo hizo algo acelerado, con tiros rápidos, aunque con una buena defensa, reboteando en ataque, pero sacando escaso rédito de ello. Además, falló cual escopeta de feria: 0 de 10 desde el arco. Puntos con cuentagotas y uno de margen al final de los 10 minutos inaugurales (13-12).

Y entonces apareció Jakovics para disparar la revolución. Dos triples seguidos del letón, en poco más de medio minuto, acomodaron al Leyma en la cancha. El parcial creció hasta el 9-2 y al Ourense se le hizo de noche. Los visitantes buscaron al armario de cuatro cuerpos marca Aboubacar, que había hecho daño en el primer cuarto, pero los locales ya tenían la lección aprendida. 

Un triple de Aleix Font abrió el primer hueco de dos dígitos (25-14). Chaz Williams, inédito hasta ese momento, encadenó dos canastas para frenar la escapada naranja. Respondió de la misma forma Nwogbo. 
Pese a todo, a Diego Epifanio había algo que no le gustaba y paró el partido. Y el COB aprovechó el respiro (31-25). Nuevo tiempo muerto local. Y ahora sí funiconó: parcial de 13-4 hasta el descanso, cerrado por Nwogbo sobre la bocina, para dejar el debi medio ventilado (46-29).

A la vuelta de vestuarios, el nigeriano abrió el macador para situar la diferencia al borde de la veintena. Entre Williams y Willett intentaron (re)animar al Ourense, pero un triple de Filipovic, el dueño y señor del tercer cuarto –y el más valorado del derbi, con 22 créditos– y una canasta a la contra de Font pusieron el punto final anticipado. 

Guillermo Arenas recurrió entonces a una zona 2-3, que paró por momentos al Leyma, pero no tanto como Diagne a Aboubacar y a todo jugador de azul que osaba acercarse al poste bajo. Font, desde el arco, elevó el muro a +26 (63-37). Ya en el último periodo le añadió 2 más (73-45), Lundqvist colocó la triple decena (77-47) y el propio alero sueco, con un triple prácticamente sobre la última bocina, estableció el margen más amplio.
 

Un triunfo necesario y reparador que, no obstante, dejó un par de asuntos negativos: el 0 de 10 de Javi Vega desde el arco (un discretísimo 11 de 40 firmó todo el equipo) y una posible lesión de rodilla de Diagne tras taponar un lanzamiento del debutante Manjgafic, aunque el hecho de que el senegalés se quedase en el banquillo hace pensar que se trata de algo leve.