El Montañeros dio un paso de gigante en la carrera por el ascenso al imponerse a la Sarriana, quizá el gran favorito para subir de categoría, en el primer partido del playoff. Lo hizo con un solitario gol de Mauro (1-0) en una acción a balón parado que cogió desprevenido al conjunto lucense. Uno de los culpables de provocar ese despiste en la zaga visitante fue Juan Carlos Currás Vázquez (Vilalba, 1993). El centrocampista asistió a Mauro con un centro perfecto con la zurda pero la clave de la jugada fue la rapidez con la que tanto él como Fidi prepararon el saque de esquina que acabaría en el gol decisivo del encuentro.
“No era una consigna. Después de forzar el córner, yo ya me quedé allí en la línea y percibí que ellos andaban un poco despistados. Fidi, que tenía que sacar y que es un tipo muy pillo para estas cosas, estaba cerca rápido y le dije que sacase ya. Cuando ellos se quisieron acercar a la presión ya había puesto el centro. Si no hubiese acabado en gol probablemente algún compañero nos hubiese echado la bronca por no esperar y hacer una jugada con todo el mundo preparado”, comenta entre risas el propio Currás, que comenzó el choque como mediapunta y lo acabó como mediocentro acompañando a Mauro.
Currás precisamente elogió a su compañero, que en las últimas semanas se está erigiendo como una de las armas más peligrosas del equipo en el juego aéreo, aunque admite que el córner no estaba preparado para el remate de Mauro.
“A lo mejor no lo buscamos directamente a él. Obviamente intentamos poner el balón a una zona y favorecer, con los movimientos de entrada, que los buenos rematadores lleguen a él. Se trabaja y no es casualidad. En este caso hay que felicitar a Mauro porque está cabeceando literalmente todo lo que se le acerca y a los lanzadores de estos últimos partidos por estar acertados”, apunta.
Más allá de la acción del gol del triunfo, Currás considera que el Montañeros fue superior durante el transcurso del partido y supo contrarrestar las virtudes de la Sarriana, que llegaba al playoff como campeón del subgrupo C.
“Fue un partido muy intenso y disputado, en el que no hubo una gran cantidad de ocasiones claras. Ellos generaron peligro en alguna transición rápida pero es verdad que nosotros quizás tuvimos más acercamientos, más disparos, pisamos más área rival... En general, creo que fuimos mejores que la Sarriana y tuvimos la suerte de que se tradujese en una victoria”, asegura.
Por otro lado, Currás destaca que una de las claves del duelo estuvo en la valentía de su equipo a la hora de defender lejos de su propia portería.
“Creo que acertamos en no encerrarnos atrás. Si a jugadores de la calidad ofensiva que tienen les dejas combinar y jugar cerca de tu portería, es seguro que en algún momento va a pasar algo que te ponga por detrás. Desde el principio salimos a apretarlos arriba para que no pudiesen salir cómodos y las pocas veces que eliminaron nuestra primera línea fuimos muy agresivos con la segunda, por lo que no conseguían nunca progresar en el juego. Nos preparamos colectivamente toda la semana para ello y salió muy bien”, resume Currás, quien tiene claro que el ascenso es factible: “Creo que es un objetivo posible, que se puede hacer realidad. Dependemos de nosotros mismos. Va a ser difícil, como el partido de ayer (por el domingo). Ahora todos los equipos son muy buenos, incluidos nosotros, que creo somos un gran grupo, y con tan pocos partidos cualquier error te puede condenar y viceversa. Ojalá todo nos vaya de cara y podamos conseguirlo, estamos preparados”.