El pasado martes, el Basquet Coruña, no acabó una maldición histórica, la de no ganar en Pumarín, sino con tres. Las otras son 1) ganar una eliminatoria de playoffs por el ascenso al mejor de tres partidos, y 2) no desaprovechar el primer ‘match ball’.
Tres pájaros de un tiro que valieron la segunda clasificación para semifinales de la historia del club herculino. Y si no fueron más, no fue por falta de oportunidades... y por la maldición del cuarto partido.
Dos veces antes de esta campaña había encarado el BC eliminatorias al mejor de tres encuentros. Y todas con un denominador común: la ventaja de campo a su favor. La primera fue en el curso 2011/2012, el último en LEB Plata antes de dar el salto a Oro.
Al igual que en la presente, tras acabar en el último puesto de cabeza serie, entonces el quinto (el primero ascendía directamente). El rival fue el Araberri, que se impuso en los dos encuentros, y lo hizo por la misma diferencia: 89-92 en Riazor y 69-66 en Mendizorroza. La segunda, en la 13/14, fue ante el mismo equipo que la tercera. La bestia negra histórica se impuso en suelo coruñés por 64-70 y no falló en su fortín de Pumarín (76-67).
La tercera maldición, un gafe (o cómo quieran llamarlo) enterrado, tiene truco, ya que este año no habrá nefasto cuarto partido.
Hasta el pasado martes, el Basquet Coruña había dispuesto de cinco ‘match balls’, todos en series al mejor de cinco partidos, cuatro de ellos en Riazor y cuatro con el factor cancha en contra. La única que pudo superar, contra el Breogán en el inolvidable ejercicio 15/16, lo consiguió ganando el quinto episodio, con un no menos inolvidable 99-63.
En semifinales, con la ventaja de campo para el Melilla, el equipo norteafricano ganó el primer punto (101-83) y el BC, liderado por un colosal Zach Monaghan, se anotó el segundo (97-99) y el tercero –primero en casa– por 82-71. En el cuarto, de nuevo en Riazor, los de Tito Díaz hicieron uno de los peores partidos del curso (61-81), y el Melilla no perdonó en el competido quinto (88-82).
La historia se repitió un año después, en esta ocasión contra el Palencia. El Coruña ganó el primero (84-88), perdió el segundo (92-84) y volvió a casa con dos cartuchos. El primero dio, tras una prórroga, en la diana (104-94) y el segundo salió de fogueo (101-106). Y de nuevo cedió en el último por seis tantos de margen (83-77).
La diferencia se redujo a la mitad (71-68) en el todo o nada contra el Manresa en la siguiente temporada. La serie arrancó con 70-59, siguió con 74-80 y de nuevo el BC dispuso de dos opciones en Riazor. La primera salió cara (75-72) y la segunda cruz (80-85). En esta hasta ahora última serie a cinco, el Basquet Coruña partía, al igual que en la primera, como último preclasificado.
El debut en los playoffs de Oro se produjo en su primera campaña en la categoría. Y empezó con victoria en Andorra (81-88). El equipo del Principado viajó a A Coruña después de empatar (100-75). El primer asalto en Riazor acabó con 67-56 y el segundo lo hizo con escándalo. Tras una primera mitad de claro dominio naranja (47-34), el dúo arbitral cambió por completo de criterio, y entre su labor y la de March Blanch (18 puntos) acabaron por doblegar (70-84) a los de Antonio Herrera. Riazor clamó –por primera vez– contra unos colegiados y el Andorra no dio opción en el duelo definitivo (109-94).
Los primeros años del Basquet Coruña en la LEB –por entonces a secas– fueron muy duros, pero también con final feliz, ya que el entonces conjunto amarillo ganó los tres playouts (series por la permanencia) que disputó, y sin agotar todos los encuentros.
El primero coincidió con su debut en la categoría, en la temporada 98/99, cuando se impuso por de 3-1 al Drac Inca balear. Tras un curso sin playout, en la 00/01 el rival fue el Abeconsa Ferrol, barrido (3-0) por los jugadores entrenados por Juan Díaz. En la 01/02, 3-1 al Cajasur Córdoba. Unas semanas después el club vendió la plaza al Zaragoza y jugó la siguiente campaña en la EBA, de la que saldría al final de la 06/07, tras un paso, en la 04/05, por Primera Autonómica, a donde cayó por motivos burocráticos después de haber logrado el ascenso a LEB Plata.