Real Madrid y Chelsea protagonizan un duelo inédito en la Liga de Campeones a un paso de la deseada final de Estambul, con el factor de la experiencia a favor del conjunto madridista, en su novena semifinal de las once últimas del torneo, pero la obligación de buscar soluciones a su falta de pegada ante un equipo que exhibe seguridad defensiva.
En una temporada marcada por las dificultades que ha sufrido Zinedine Zidane, sin fichajes que reforzasen un equipo que perdió nombres de peso, compitiendo con más de cincuenta lesiones en todo el curso, sufriendo numerosos casos de coronavirus, el Real Madrid está de nuevo a puertas de la historia en su competición preferida. La Liga de Campeones es especial. La competición que saca lo mejor de unos futbolistas que sienten de nuevo la oportunidad de alcanzar la gloria.
Al límite de las fuerzas
La ilusión por encima de la realidad de un equipo al límite de sus fuerzas. Con la gasolina justa para encarar el momento en el que se deciden los títulos grandes. Tras perder una gran oportunidad en Liga de asaltar el liderato, aumentando las dudas con dos empates en las tres últimas jornadas. Son las consecuencias que dejaron la semana de locura con doble enfrentamiento ante el Liverpool y clásico frente al Barcelona. El desgaste físico se convirtió en fatiga y regresaron problemas ofensivos con la falta de gol.
Los de Zinedine Zidane han sido incapaces de marcar en tres de sus cuatro últimos partidos. El lado positivo es que en ninguno de ellos encajaron un solo gol. Mantener esa firmeza y recuperar la pegada exhibida ante el Liverpool, es el objetivo. Ese encuentro es la referencia para el vestuario. El día que relució el gen competitivo y le endosó tres a un gran rival para que Anfield costase menos.
Los precedentes del duelo europeo no traen un buen recuerdo al madridismo. Perdió una final de la Recopa de 1971, en dos capítulos, y la Supercopa europea de 1998. Será la primera vez en la competición de mayor prestigio, esa en la que Zidane es el gran especialista. Una sola eliminatoria perdida, la del año pasado ante el Manchester City, en cinco ediciones. El único que venció tres consecutivas. A su mano y al gol de Karim Benzema se agarra un equipo que no parecía tener mimbres para aspirar a la ‘Champions’ pero está a un paso de una nueva final.
En Londres también son optimistas con volver a una final de la Liga de Campeones nueve años después. El Chelsea ha mejorado desde que llegó Thomas Tuchel en enero y ha pasado de ser uno de los equipos más goleados a mantener la puerta a cero como costumbre. En total, 16 veces se han marchado sin encajar gol desde que aterrizó el alemán, sin importar que estuviera Edouard Mendy o Kepa Arrizabalaga en la portería.
Optimismo inglés
En Londres también son optimistas con volver a una final de la Liga de Campeones nueve años después. El Chelsea ha mejorado desde que llegó Thomas Tuchel en enero y ha pasado de ser uno de los equipos más goleados a mantener la puerta a cero como costumbre. En total, 16 veces se han marchado sin encajar gol desde que aterrizó el alemán, sin importar que estuviera Edouard Mendy o Kepa Arrizabalaga en la portería.
Apenas lleva 11 goles en 44 partidos, pero llega tras darle la victoria al Chelsea contra el West Ham. En Champions, solo tres goles en nueve encuentros. Tuchel llega a Madrid con la única baja de Mateo Kovacic.