Después de haber disfrutado de una jornada de asueto el pasado martes, el plantel del RC Deportivo regresó a la actividad, con la presencia por vez primera de Diego Villares y Rayco ya como futbolistas con ficha del primer equipo.
El centrocampista, con el dorsal 22, y el atacante, con el 9, estuvieron a las órdenes de Rubén de la Barrera en un test de hora y media de duración en el que el preparador coruñés puso énfasis en el rigor táctico.
La enfermería blanquiazul se vació esta semana; así pues, el cuerpo técnico dispuso de los 22 jugadores profesionales del primer equipo, así como también con refuerzos del filial.
El lateral izquierdo vallisoletano Héctor Hernández, que la pasada semana alternó actividad individual con grupal, ya se ejercitó con entera normalidad, por lo que, salvo contratiempo inesperado, estará en condiciones de figurar en la convocatoria para medirse al Coruxo el domingo a partir de las 12.00 horas en O Vao.
El que a buen seguro que retornará a esta citación será el central Mujaid Sadick, expulsado frente al Compostela, tras haber cumplido su encuentro de sanción. El riojano tiene todas las papeletas para volver a ser titular en el eje de la zaga, junto a Borja Granero.
Esconde sus cartas
El preparador deportivista Rubén de la Barrera pretendemantener enchufado a todo su plantel, por lo que no mostró sus intenciones respecto al once inicial que alineará en la próxima jornada de Liga, la 13ª, ante el octavo clasificado del subgrupo.
Sin embargo, el míster prestó una gran atención a cada detalle desde el plano táctico, perfeccionando constantes movimientos sincronizados con los suyos.
Rubén puso un énfasis especial en las transiciones de balón entre líneas, así como en los repliegues defensivos.
Todo ello enfocado a mejorar el juego a desplegar en los siguientes partidos, en los que la victoria se antoja imprescindible para seguir luchando por el ascenso a Segunda.