El caso del tenista serbio Novak Djokovic dio este sábado un nuevo giro después de que sus abogados revelaran que el número uno del mundo recibió una exención médica para entrar en Australia sin vacunar al haberse contagiado de la covid-19 el pasado diciembre.
"La fecha de la primera prueba PCR positiva de covid se registró el 16 de diciembre de 2021", señala un documento judicial presentado por los abogados del tenista serbio ante el tribunal australiano que decidirá sobre su deportación.
En medio de un gran revuelo internacional, las autoridades de Australia revocaron el visado de Djokovic por incumplir las medidas contra la covid-19 a su llegada al país oceánico el miércoles por la noche, a pesar de contar con una exención médica que le permitía sin estar vacunado defender su título en el Abierto de Australia, que se celebrará entre el 17 y el 30 de enero.
El tenista serbio, de 34 años, se encuentra desde entonces retenido en un hotel de Melbourne a la espera de que la justicia australiana revise su caso y decida si tiene que ser deportado después de que sus abogados recurrieran la decisión de las autoridades de Australia.
El Tribunal del Circuito Federal de Melbourne celebrará una vista este lunes, que será retransmitida en directo, para decidir si Djokovic es deportado del país.
EXENCIÓN MÉDICA
La exención de Djokovic fue otorgada supuestamente por dos paneles médicos independientes organizados por la federación australiana, Tenis Australia, y el estado de Victoria, que acoge el torneo.
"El Sr. Djokovic había recibido, el 30 de diciembre de 2021, una carta del director médico de Tenis Australia que registraba que se le había proporcionado una 'exención médica de la vacunación de covid' porque se había recuperado recientemente de covid", señala el documento judicial citado por los medios locales.
Los abogados apuntan a que "en ese momento habían pasado 14 días de la prueba de PCR positiva" y que el tenista "no había tenido fiebre ni síntomas respiratorios de covid-19" en las 72 horas previas.
La llegada a Australia del tenista serbio, que nunca ha querido desvelar si estaba vacunado, causó una ola de indignación en el país oceánico que exige a los viajeros tener la pauta completa de la vacuna contra la covid-19 o una exención médica válida para entrar al país.
Los funcionarios de la Fuerza Fronteriza de Australia (ABF) dijeron que el jugador "no proporcionó la evidencia adecuada" en el aeropuerto de Melbourne porque una infección previa no era una razón válida para ingresar sin una vacuna.
SIN EXCEPCIONES
Por su parte, el primer ministro australiano, Scott Morrison, aseguró que el caso debía ser revisado según las normas federales, a pesar del respaldo del gobierno del estado de Victoria, y que no se iban a hacer excepciones.
"No hay casos especiales. Las reglas son las reglas", aseguró tras la revocación del visado del número uno del mundo.
El contencioso en torno a las exenciones médicas otorgadas por la federación de tenis australiana y el gobierno regional de Victoria han llevado al Ejecutivo de Camberra a investigar permisos similares otorgados a otros jugadores que participan en el torneo en Melbourne.
En este sentido, las autoridades detuvieron el jueves a la tenista checa Renata Vorácová, después de cancelar su visado, que había obtenido a pesar de no estar completamente vacunada gracias también a una exención médica.
Vorácová, que se encontraba en Australia desde diciembre y que ya había disputado un partido de preparación previo al Abierto de Australia, se encuentra detenida en el mismo hotel que Djokovic, a la espera de abandonar el país, informó la embajada de la República Checa en Camberra.
CRISIS DIPLOMÁTICA
El caso de Djokovic ha generado además una crisis diplomática entre Serbia y Australia, a quien el Gobierno de Belgrado acusa de dar un trato "vergonzoso" al tenista serbio.
El presidente del Parlamento serbio, Ivica Dacic, dijo este sábado que las relaciones de Serbia con Australia sufrirán debido a la forma en que las autoridades de ese país están tratando a Djokovic y acusó a Canberra de intentar "impedir" que el número uno del mundo "se convierta en el mejor tenista de la historia".
"Ese trato es vergonzoso y hay que mostrarlo claro a Australia", dijo Dacic a la emisora de la televisión pública serbia RTS.
Serbia ha pedido, hasta ahora sin resultado, a las autoridades de Australia que permitan que Djokovic espere la decisión en una casa particular que había alquilado para estar durante el torneo.