El noruego Casper Ruud se convirtió este martes en el primer jugador en acceder a las semifinales de las Finales ATP que toman parte en Turín tras imponerse ante el estadounidense Taylor Fritz por 6-3, 4-6 y 7-6 (6), un resultado que eliminó matemáticamente a Rafael Nadal y que certificó a Carlos Alcaraz en el puesto número uno del circuito hasta final de año, el más joven de la historia en lograrlo.
Con el primer set que se agenció Ruud por 6-3 ante Fritz se acabaron las posibilidades del de Manacor, que precisamente ganó al noruego en la final de Roland Garros, el vigésimo segundo Grand Slam de su carrera. Un Ruud que es alumno de la academia que toma el nombre del actual número dos del mundo, la Rafa Nadal Academy, y que venció en su partido tras más de dos horas y un final ajustado decidido por un 'tie-break'.
El 'break' del noruego en el segundo juego del partido fue suficiente para hacerse con una primera manga que, consecuentemente, por la automática eliminación de Nadal, aseguró el puesto número uno del ránking ATP para Alcaraz, un rival contra el que sucumbió en la otra final que disputó este año, la del Abierto de Estados Unidos, y que no pudo disputar este torneo por una lesión en el abdominal.
El tenista murciano, de El Palmar, que parecía gafado en Italia al no haber disputado ni el Masters 1.000 de Roma ni este prestigioso torneo que reúne las ocho mejores palas del circuito, podría recibir el trofeo que le acredite en los más alto este mismo miércoles en Turín ya que, según ha podido saber EFE de fuentes de la ATP, aunque no sea oficial, acudirá a la ciudad por acuerdos publicitarios con la asociación de tenis profesional.
Antes del partido de Ruud, Nadal sumó su segunda derrota en lo que va de torneo, ante el canadiense Felix Auger-Aliassime, pupilo de su tío y mentor Toni Nadal, que se sentó en el banquillo de la sensación canadiense, también por dos sets a cero, el mismo resultado que encajó ante Fritz en la primera jornada.
No acabó contento el partido Nadal, que ya piensa en el próximo año y que no va a cejar en su empeño de recuperar su máximo nivel, ese que las lesiones y motivos personales -como el nacimiento de su primogénito en el mes de octubre- le han impedido mantener la continuidad que tuvo en el inicio de año y que le permitió alzarse con Roland Garros y el Abierto de Australia.
"Mañana empieza mi temporada 2023. Tengo que seguir trabajando para estar con opciones el año que viene. Hay un par de cosas positivas, he jugado dos torneos en dos semanas, es algo positivo. No he olvidado cómo jugar al tenis, necesito recuperar buenas sensaciones y la mentalidad fuerte que necesito para estar en el nivel que quiero estar, que no se si podré recuperar pero que no tengo dudas que voy a morir por ello", aseguró este martes en rueda de prensa, nada más finalizar el partido ante Auger-Aliassime.
Nadal sumó su cuatro derrotas consecutiva, algo que lo ocurría desde 2009, y reconoció sentirse decepcionado, aunque volvió a insistir en su máxima habitual.
"Los que más han ganado es porque han sabido navegar en el terreno de la intranquilidad. Son momentos tristes, decepcionantes, había entrenado bien, con ilusión, pero no ha sido suficiente. Yo no conozco otra manera de poner remedio que trabajando", explicó.
Además, puso de manifiesto que pese a tener confianza en su juego, es normal tener dudas, ya pensando en el próximo Abierto de Australia en el que defenderá corona.
"Puedes ser optimista y tener dudas. Si no tienes dudas, desde mi punto de vista, eres un arrogante; y si no eres optimista es imposible ganar. No se lo que pasará en Australia. Seré lo más humilde posible enfrentando el desafío y solo puedo trabajar".
"Las dudas te hacen trabajar más. Las dudas son buenas, me van a ayudar. Y el optimismo también. Toca recuperarse, trabajar duro, estar positivo, aceptar el reto y que voy a tener que sufrir algo más. Sabremos si estoy listo en los próximos meses", sentenció.