Hugo González, vigente campeón del mundo de los 200 espalda, concentrará las opciones de medalla de la natación española en unos Juegos Olímpicos de París que España afrontará con un nutrido grupo de dieciocho nadadores -nueve hombres y nueve mujeres-, el doble que hace tres años en Tokio.
Un incremento que responde a la explosión de los relevos, especialmente en la categoría masculina, en la que contará con representación en las tres pruebas por equipos, y a la irrupción de una nueva generación de nadadores, liderada por Carlos Garach y Emma Carrasco, que debutará en la capital francesa en una cita olímpica.
Todo lo contrario que el balear Hugo González, que a sus 25 años disputará en París sus terceros Juegos, tras debutar con apenas 17 en Rio 2016 y se ser sexto en la final del hectómetro espalda en los de Tokio 2020.
"Ahora tengo más experiencia, más edad. Lo que ha cambiado es el enfoque, el plan es mucho mejor", señaló González, que llega a la cita olímpica en el mejor momento de su carrera.
Tal y como refleja no sólo la medalla de oro que se colgó en los 200 espalda el pasado mes de febrero en los Mundiales de Doha, sino también el nuevo récord de España que estableció el pasado mes de junio en los Nacionales de Palma con un tiempo de 1:54.51 minutos.
Una marca que permitirá al nadador español afrontar la cita parisina con el tercer mejor registro de todos los participantes, sólo superado por el húngaro Hubert Kos (1:54.14) y el estadounidense Ryan Murphy (1:54.33).
Si bien el crono del magiar se remonta a 2023, cuando Kos se coronó campeón del mundo de los 200 espala en la ciudad japones de Fukuoka, mientras que el de Murphy, oro en los Juegos de Río 2016 y plata en los de Tokio 2020, corresponde, como el de Hugo González, al presente curso.
Pero los 200 espalda no serán la única opción de medalla del balear, que también cuenta con opciones de pelear por el podio en la prueba del hectómetro, en la que figura con la sexta mejor marca de todos los inscritos, gracias a los 52.70 segundos con los que se proclamó subcampeón del mundo en Doha.
Hugo González, que compagina sus entrenamientos en España y la Universidad de California en Estados Unidos, competirá también en París en los 200 estilos, en los que parece más complicado que pueda subir al podio, pese al título de campeón de Europa que conquistó en 2021.
Logros y tiempos que hace pensar que el balear puede poner fin a la espera de veintidós años desde la última medalla olímpica lograda por un nadador español, el oro que se colgó Martín López Zubero en los Juegos de Barcelona 92 precisamente en los 200 espalda.
Mucho menos hay que esperar para encontrar la última medalla femenina, la conquistada en Río 2016 por Mireia Belmonte, que lastrada por las lesiones no pudo cumplir con el sueño de disputar sus quintos Juegos Olímpicos consecutivos tras no lograr la tiempos exigidos para participar en la capital francesa.
Quien sí estará en la piscina de la Defense de París será Jessica Vall, que a sus 35 años se convertirá en la segunda nadadora más veterana de la competición, tan sólo superada por la chilena Kristel Köbrich ,que a sus 38 años disputará sus sextos Juegos consecutivos.
Una cita de la que Vall, subcampeona del mundo de los 200 braza en el año 2015, pareció quedarse fuera, tras no lograr por tan sólo dos centésimas la mínima requerida por la Federación Española para acudir a París.
Circunstancia que dejaba a la nadadora del Sant Andreu en manos del criterio de la Federación Internacional, que, pese a que en un primer momento anunció que sería muy complicado que pudieran participar los atletas que hubieran logrado la mínima B, el caso de Jessica Vall, acabó invitando a la española, que disputará sus terceros Juegos.
Cita en la que España tratará de acabar con los 52 años de ausencia de un relevo masculino en una final olímpica de la mano de Sergio de Celis, Luis Domínguez, César Castro y Mario Mollá.
Un cuarteto que, junto con Carles Coll, que nadará en París el relevo 4x100 estilos, ha relanzado las pruebas de relevos como atestiguan las tres finales mundialistas y una continental del 4x100 libre que han alcanzado en los tres últimos años.
Antecedentes que hacen pensar que España puede volver a contar, más de medio siglo después, con la presencia de un equipo masculino en un final olímpica que se le resiste desde los Juegos de Múnich 1972 en los Jordi Comas, Antonio Culebras, Enrique Melo y Josep Pujol fueron octavos en el 4x100 libre.
Una muestra de la nueva mentalidad de la natación española que confía dar un salto de calidad con la llegada de una nueva hornada de nadadores liderada por el granadino Carlos Garach, que cumplió 20 años el jueves, y la ilerdense Emma Carrasco, de 18 años.
Garach, campeón el mundo júnior de los 800 y 1.500 libre en el año 2022 en Lima, no sólo participará en los dos pruebas de fondo, sino también en la de los 400 libre y los 10 kilómetros de aguas abiertas.
Menos cargado estará el programa de Emma Carrasco, oro en los 200 braza y bronce en los 200 estilos en los Mundiales júnior de Lima 2022, que nadará las dos pruebas de estilos, al igual que Carmen Weiler, de 19, que hará doblete en espalda, o la manchega Laura Cabanes, que a sus 18 años competirá en los 100 y 200 mariposa.