El Real Madrid consiguió ante el Bayern Múnich, 79-67, la victoria número 23 en la fase regular de la Euroliga, una victoria de perfil bajo dado que ninguno de los contendientes se jugaba nada; o casi nada.
Al Real Madrid y al Bayern Múnich les costó arrancar un partido en el muy poco había en juego. De hecho los dos primeros minutos se saldaron con un expresivo 0-0 hasta que Andreas Obst, segundos después, embocó un triple.
Los dos equipos tienen muchas y sensibles bajas, lo que también contribuyó a un partido de perfil bajo, con poca tensión en la pista y en las gradas.
Hasta el minuto 6 (8-8) no empató el Madrid, que acabó llevándose el primer cuarto por 19-13.
Con errores en ataque y una defensa permisiva, el equipo español fue favoreciendo que el alemán fuera poco a poco creciendo en su juego y superando sus temores ante la mayor altura del Real Madrid.
Obst con 4 de 5 triples fue fundamental para los bávaros que también encontraron en Zylan Cheatham un bastión en ataque.
En el Madrid, oficio y poco más. Anthony Randolph volvió a demostrar que no se le ha olvidado jugar, aunque su mejor estado físico todavía tendrá que alcanzarlo.
Al final de los primeros veinte minutos, 40-36.
La salida de vestuarios no fue mucho mejor que el inicio, pese que en los primeros 4 minutos el Madrid mandó por 6-2, 46-38. Sin embargo y por puro peso específico, o mejor dicho altura específica, el equipo español fue abriendo brecha en el marcador, 51-40 (m.26.20).
Algunas acciones individuales como un mate de Guerschon Yabusele o un tapón de Walter Tavares fue de lo poco que se salvó en el 56-44 con el que acabó el tercer cuarto.
En el último cuarto, y como no podía ser de otra forma, el Madrid afianzó su ventaja, 68-52 (m.34) para encaminarse a la que fue su victoria número 23 en la fase regular que se materializó con el 79-67 final. Mario Hezonja fue el más inspirado en ataque con 20 puntos en una victoria de perfil bajo.