Liderado una vez más por un inmenso Walter Tavares, bien secundado por Dzanan Musa, el Real Madrid prolongó este martes en Belgrado (59-79) su buen momento, que le mantiene en lo más alto de la clasificación de la Euroliga tras un triunfo de prestigio ante un Estrella Roja que vio frenada en seco su buena racha de ocho triunfos en diez partidos.
El pívot caboverdiano, con 17 puntos, 12 rebotes, tres asistencias, cuatro tapones y 35 de valoración, fue el principal argumento blanco tanto en ataque, donde aportaba canastas y capturas ofensivas (7), como atrás, donde imponía su envergadura ante los jugadores serbios, que no encontraban fórmulas para abordarlo. El Real Madrid mostraba de salida mayor claridad de ideas frente a un equipo local fallón en el tiro y que solo fue capaz de anotar cinco puntos en otros tantos minutos, lo que obligó a Dusko Ivanovic a pedir su primer tiempo muerto en el ecuador del cuarto inicial.
La salida de Nemanja Nedovic, con dos triples consecutivos y ocho puntos sin fallo en poco más de dos minutos, cambió el panorama y sirvió de revulsivo para un equipo que logró equilibrar el choque tras culminar con sus acciones un parcial de 11-1 a su favor. No obstante, el equipo español supo mantener el control del marcador gracias a su dominio bajo aros y sus buenos porcentajes de tiro y, con un estirón final, se fue a la primera pausa con una cómoda renta de nueve puntos (16-25, min 10).
Un triple de Sergio Rodríguez, un espectacular tapón de Vincent Poirier y una jugada de 2+1 culminada por un inspirado Dzanan Musa en los tres primeros ataques visitantes tras la reanudación certificaron el dominio madridista y aumentaron la brecha hasta el 17-31. Solo Nedovic aportaba puntos y claridad de ideas en el Estrella Roja, mientras que, enfrente, el juego coral al que se sumaban los jugadores de banquillo blanco mantenía el control del partido a su favor.
Con cuatro triples y 14 puntos en la primera mitad, Nedovic siguió percutiendo el aro blanco en unos minutos en los que las cosas se empezaron a torcer para los vigentes subcampeones continentales, que también empezaron a sufrir con la buena dirección de Stefan Markovic y la irrupción en el partido de Filip Petrusev, aunque al menos fueron capaces de llegar al descanso por delante tras bajar a la mitad su producción ofensiva en el segundo cuarto (34-38, min. 20).
Tres minutos calamitosos del Real Madrid tras el paso por vestuarios, en los que sus jugadores fallaron todo lo que intentaron, le costó un parcial de 8-0 en contra que puso por delante por primera vez al equipo de Dusko Ivanovic y obligó a Chus Mateo a parar el partido para frenar la sangría y reactivar a los suyos.
Petr Cornelie, con un triple, acabó con cuatro minutos de desconexión blanca en la segunda parte, aunque Petrusev seguía creciendo en un partido en el que el control había cambiado de mando. El Real Madrid sufría para reengancharse pero, a base de lucha, trabajo colectivo y un puñado de rebotes ofensivos con la firma de Tavares, lo logró en la segunda mitad del cuarto, en la que un parcial de 2-15 le permitió llegar seis arriba a los últimos diez minutos (51-57, min. 30).
Las cosas siguieron funcionando para el conjunto español en la reanudación. Atrás seguían frenando las acometidas serbias y en ataque aprovechándose de la superioridad de Tavares. Con un 0-12 de salida y dieciocho puntos de colchón, el partido empezó a encarrilarse para los jugadores de Chus Mateo a falta de seis minutos.
Hasta ahí llegaron las fuerzas de un Estrella Roja incapaz de devolver los golpes y de seguir el ritmo de un equipo en racha que con su duodécimo triunfo se mantiene, una semana más, en la zona noble de la clasificación.