La fase de grupos de la Nations League llegó anoche a su término con la disputa de los encuentros que faltaban por celebrarse de su sexta jornada. La UEFA creó esta competición continental en 2018 con el objetivo de sustituir los partidos amistosos organizados por las distintas federaciones al considerar que carecían de importancia, programando las finales en los años impares para evitar coincidir cuando toca Mundial o Eurocopa. Hasta ahora ha visto tres ediciones y en ellas hubo otros tantos campeones: Portugal (2019), Francia (2021) y España (2023).
La intención del organismo que rige el deporte del fútbol en el viejo continente ha pinchado en hueso, ya que el torneo apenas cuenta con la repercusión esperada por sus promotores. Como muestra está el hecho de que en nuestro país los derechos de emisión los tiene RTVE y UEFA TV, siendo retransmitidos por la televisión pública exclusivamente los duelos protagonizados por España, pese a que este año la ronda inicial ha contado entre sus emparejamientos en la máxima categoría unos interesantes Alemania-Países Bajos, Croacia-Portugal e Italia-Francia. No obstante para disfrutar de ellos debía registrarse con anterioridad en la web uefa.tv.
El poco apego mostrado por los aficionados en las ediciones anteriores de esta competición ha provocado que la UEFA decidiese el cambio de formato. Así, en ésta se ha creado una ronda de cuartos de final para que los dos primeros clasificados de los grupos avancen en vez de solo el campeón y de esta manera evitar eliminaciones prematuras de selecciones potentes que dejaban el campeonato en un paripé. Con ello se ha buscado hacer más atractivo el campeonato con nuevos envites que –aparte de generar más ingresos– enfrentarán a combinados que garanticen espectáculo.
Tras la modificación efectuada para potenciar este evento deportivo no estaría de más conocer a su término la audiencia global que ha tenido y su evolución con otras ediciones. Seguro que a más de uno le sorprenderán ver esos números publicados en un papel.