Lo del Deportivo empieza a no tener nombre. Ni resultados, ni fútbol, ni (visto lo del martes) actitud competitiva. En esta tesitura, ¿qué le queda a los aficionados, seguir mirando para otro lado mientras se conforman con las migajas de cuatro pases bien dados, un par de empates engañosos y tres frases grandilocuentes del entrenador?
Atención, jugadores. Ya está bien. ¿No tenéis vergüenza torera? ¿No valéis para el puesto? ¿No entendéis al entrenador? ¿Estáis ya “cagados” en el mes de diciembre? ¿Qué sucede? ¿Por qué siendo el “coco” de la categoría (tercera y amateur) os mostráis como un equipo ramplón, timorato, sin galones?
Me cuesta creer que esto le esté volviendo a pasar al Deportivo. Una temporada más de ridículo. Que no, señores, que la afición no se merece este sufrimiento sin fin. Que ver los partidos de nuestro equipo se está convirtiendo en una condena, aburrida, repetitiva, dolorosa. Que ya está bien. Que hay que cortar esta sangría. Que el club estuvo a punto de desaparecer si no llega a aparecer Abanca pero ahora es la propia Abanca la que está echando tierra y ahogando al deportivismo con tanta mediocridad.
¿Por qué? Por un cúmulo de circunstancias, comenzando por no poner a personas con sapiencia al mando, siguiendo por permitir que la empresa se siguiera “escarallando” y terminando por haber construido un equipo desequilibrado y carente de alma que nos ha traído hasta aquí.
¿Consecuencias? Que a estas alturas de temporada ya hayamos perdido el objetivo prioritario, que era el ascenso directo, y que ahora nos tengamos que jugar las habas a campo abierto y a pecho descubierto. Vamos, la misma “rifada” del ejercicio anterior, que terminó con otra estaca en el corazón del deportivismo. Más no, por favor.
El camino a seguir es claro a mi entender. Desde el banquillo, menos titulares a la prensa, menos historietas, menos evasivas, más fútbol, más aportaciones tácticas al conjunto, menos vehemencia y más sobriedad. Desde el campo, más rapidez, más inteligencia, mayor disposición, menos miedos, menos especulación, pasión. Los jugadores deben saber que son unos privilegiados, son unos jugadores normalitos en un club mayúsculo.
Y para terminar, Abanca. Dinerito. Si no queremos estar todos juntos llorando en el mes de junio hay que actuar con disposición máxima. Lateral izquierdo y mediocentro, mínimo. Lo de Lucas, lo doy por hecho.
¡Salud y suerte!