El primer partido de las finales de la OK Liga tuvo dos partes con un patrón similar. El Barcelona salió mucho más activo e intenso que el Liceo. En la primera, Martí Serra aguantó al equipo coruñés. En la segunda, esa salida más activa provocó dos goles en los primeros minutos que inclinaron la balanza, sobre todo con el planteamiento de Juan Copa, que quería pista grande y nunca juntar a cuatro jugadores en una misma zona para evitar esa presión del Barça que puede reducir los espacios.
El Barça intentó coger al Liceo muy rápido a la contra, con salidas en tres toques: el que roba ya está jugando y eso le hace mucho daño al Liceo porque el Barça llega al área rival en muy poco tiempo.
En las dos partes, de los minutos 12 al 18, la segunda rotación del Liceo dio un cambio, igualó la intensidad y parece que equilibró el partido, pero sin plasmarlo en el marcador.
Lo que mató el partido fueron los errores en la defensa sin bola sobre João Rodrigues. En una final de la OK Liga, con dos equipos TOP, eso te machaca. Rorigues es un jugador que tiene mucho gol, con distancia y metros puede romper un partido. Hay que estar mucho más atento: fueron tres situaciones de despiste en la marca sin bola y eso es un lastre.
Stanis García es entrenador nacional de hockey patines y dirige al HC Coruña Feminino (antes Deportivo Liceo) en la OK Liga Iberdrola