Tras un mal inicio de segunda vuelta, el Bergantiños está ávido de buenas noticias. En lo que se refiere a los resultados todavía habrá que esperar, pero por el momento se puede quedar con el regreso a los entrenamientos de Álex Lorenzo (Melide, 2002) un jugador que fue importante el curso pasado y al que una lesión del ligamento cruzado anterior le ha tenido diez meses en el dique seco.
Meli, como es conocido en el mundo del fútbol, es un mediocentro que puede jugar de pivote o de interior. Aporta mucho trabajo, es muy intenso en la presión y cuando tiene el balón es habitual verle rompiendo líneas en conducción y llegando a área contraria.
Canterano del Deportivo, con quien disputó dos años de Liga Nacional con el Juvenil B antes de dar el salto a la División de Honor tras fichar por el Ural, inició su etapa como sénior directamente en Tercera Federación, en el Silva. Su papel fue destacado, con 54 partidos en dos temporadas, casi siempre como titular, lo que hizo que el Bergan se fijara en él para su ambicioso proyecto del pasado curso, en el que se marcaba el objetivo de regresar por la vía rápida a Segunda Federación.
Se adaptó bien al cuadro carballés y disputó 26 partidos, 17 desde el inicio, hasta que el 31 de marzo de 2024, con el ascenso ya muy encarrilado, sufrió una grave lesión en el triunfo frente a la Sarriana. Quizá la más temida por los futbolistas, una rotura del ligamento cruzado anterior, en su caso de la rodilla izquierda.
“Fue en una acción en la que el defensa cayó sobre mi rodilla”, recuerda el protagonista, que reconoce que estaba en un punto álgido de su carrera cuando se produjo. Apenas unas semanas antes había marcado un gol al Silva y cada vez tenía más peso en las alineaciones de Secho. “Sí, creo que estaba en mi mejor momento, pero en el fútbol estas cosas pasan. Estoy convencido de que voy a volver al nivel que me fui e incluso mejorarlo”, asegura optimista.
Pese a que su contrato era de una temporada y expiraba el pasado 30 de junio, el Bergan no le quiso dejar solo con la lesión, ponderó el buen rendimiento que había dado y le presentó una propuesta para ampliar su contrato un curso más, aún a sabiendas de que solo estaría al 100% en el tramo final. “Estoy muy agradecido al club por cómo se ha comportado y por lo bien que me han cuidado durante todo el proceso”, valora Meli.
Su recuperación fue bien desde un primer momento. “Cumplí todos los plazos de la recuperación en su debido tiempo, la verdad es que todo fue bastante rodado”, reconoce. Entre medias, un ascenso en As Eiroas cerficado en la 31ª jornada frente a la UD Ourense que elige como mejor recuerdo de la pasada temporada, por mucho que no pudiera estar sobre el césped. “No todos los días se gana una Liga”, apunta.
Hay jugadores que optan por algún tipo de ayuda psicológica antes de regresar tras una lesión tan complicada, pero no ha sido el caso del joven jugador. “Mi apoyo ha sido la gente que me ha rodeado durante la recuperación”, expresa.
Por el momento, sus sensaciones son positivas. “La verdad es que me encuentro muy bien. Mientras no tenga molestias en la rodilla operada, estaré contento con cómo van las cosas”, apunta.
¿Qué ha sentido al volver? “Todavía estoy recuperando sensaciones, pero tengo muchas ganas de entrenar y disfrutar del día a día”, comenta un Meli que sabe que tendrá que ir con calma.
“A pesar de encontrarme bien, la recomendación es ir poco a poco. Pero si el entrenador —Jorge Cuesta— lo considera oportuno, estaré ahí con mucha ilusión”, apunta. Tanto él como su técnico confirman que aún es pronto y que no va a estar en la convocatoria para el partido de mañana en Los Pajaritos, frente al Numancia.
Por otra parte, repasa como ha visto al equipo durante la temporada. “El nivel de la plantilla ha mejorado mucho, con un gran potencial y una propuesta de juego muy atractiva”, explica sobre un Bergan que sigue fuera del descenso tras su buen inicio, pero que ahora lleva tres derrotas seguidas.
“Creo que encajar tantos goles nos está penalizando mucho. Deberíamos ser más sólidos, porque en ataque y a nivel de juego el equipo está bien”, apunta, consciente de que buena parte de las opciones de éxito pasan por ganar en solidez defensiva.
En lo personal, tiene claro que puede ayudar al equipo. “Quiero aportar lo mismo que antes. Trabajo y compromiso no me van a faltar, y mi objetivo es ayudar al resto de mis compañeros a conseguir los objetivos”, finaliza.