Manu Mosquera (A Coruña, 1999) se está reencontrando en el Silva, que sin embargo atraviesa un mal momento con seis partidos sin ganar.

En esta jornada cayeron por 4-1 ante el Noia. “La dinámica es negativa y eso pesa en el fútbol. El equipo salió fuerte y concentrado, pero no conseguimos marcar las que tuvimos. Después hacen el 1-0 y aparecen las dudas. Aún así, no dudo que cambiaremos la racha pronto”, explica Manu, que en lo individual ve brotes verdes tras una etapa difícil.

“Me estoy encontrando bien. Falta mucho por mejorar, pero estoy en el camino para conseguirlo. Con este cuerpo técnico y compañeros se hace más fácil la adaptación”, resalta.

El entrenador Iván Sánchez le está situando como interior derecho o segundo delantero. “Me siento muy cómodo en ambas”, exclama.

¿Por qué decidió fichar por el Silva este verano? “Desde las primeras conversaciones me transmitieron confianza y ganas de que estuviera con ellos. Ha sido un acierto, ya que es un club formado por grandes profesionales y personas maravillosas”, contesta.

Mosquera echa la vista atrás y se sincera sobre lo que sucedió desde que alcanzó su punto más álgido debutando en Segunda División con el Extremadura y con el Deportivo en la categoría de bronce. Desde ahí, Cacereño (Segunda Federación), Ourense CF (Tercera Federación), Victoria (Preferente) y Pol (Primera Autonómica). Cuatro equipos entre 2021 y 2023 con pocos minutos. Tampoco acabó de encontrar la continuidad el pasado curso en el Arzúa que descendió a Preferente.

“Fue una etapa complicada en mi vida como deportista, en la que se unieron también factores que no podía controlar. A eso súmale una serie de lesiones y poca confianza. Hasta que te dedicas a nivel profesional a este mundo no ves la realidad y las cosas que hay por detrás, entonces preferí centrarme en otros aspectos de la vida durante un tiempo para poder regresar al fútbol con más ganas”, señala.

“Me rompí los ligamentos de la rodilla y estuve casi un año parado. Después intentas volver al mismo ritmo y al cuerpo le cuesta, por lo que durante un período tuve muchas roturas musculares. Pero todo eso ha quedado atrás y ahora me encuentro mejor que nunca”, añade el coruñés.

Su paso por el Extremadura, con el que jugó cinco partidos en Segunda a los 21 años, estará siempre en su memoria. “Recuerdo esa etapa con mucho cariño. Enfrentarte a equipos y jugadores de primer nivel, rodearte de profesionales, viajar, etc. Aprendí mucho de ese momento y pelearé por volver a vivirlo”.

Le entrenó Gilsanz

Óscar Gilsanz fue su entrenador en el Laracha durante el curso 2018-19 y tiene claro que triunfará en el Dépor. “Es un gran entrenador e incluso mejor persona. Tiene pasión por lo que hace y te la transmite. Me ha encantado que el Dépor haya optado por alguien de la casa y no tengo ninguna duda de que lo hará genial como todos estos años”.