Gonzalo García (A Coruña, 1986) ha comenzado el año en el que cumplirá los 39 con dos goles en el Sada, de Segunda Futgal. Exjugador de Racing de Ferrol, Arandina y Compostela, entre otros, tiene tanta ilusión por jugar como certeza de que está llegando el final.
¿Por qué Sada en los últimos años de su carrera?
Mi idea siempre fue terminar jugando donde empecé, en el equipo de mi pueblo. Tenía pensado dejarlo, pero el hecho de que mi padre y Manolo Losada formaran parte del club, unido a algunos amigos que tenía en el equipo, hicieron que me decidiera.
¿Aún siente algo especial cuando marca un gol?
Siempre se siente algo especial cuando se marca o cuando se da una asistencia, sobre todo al no haber destacado nunca por la faceta goleadora.
Está todo muy apretado. ¿Ve opciones de llegar a la zona de playoff de ascenso?
Está siendo una Liga muy competida. Se puede conseguir pelear por el ascenso, pero debemos mejorar en algunos aspectos del juego.
¿Qué debéis hacer mejor?
La gran clave para dar ese pasito es ser más contundentes en ambas áreas.
¿El objetivo es el ascenso?
Sí, y todavía creo que podemos luchar por conseguirlo.
¿Cuál es el rival que más te ha sorprendido?
De lo que he visto hasta ahora, quizá el Imperator sea el equipo que más me ha gustado por su propuesta futbolística y porque tiene un grupo joven con margen de mejora.
¿Con qué etapa de su carrera se queda si mira hacia atrás?
Siempre recordaré el ascenso a Segunda B con el Compostela. Teníamos un gran equipo y un gran vestuario, disfrutábamos del fútbol juntos y eso se plasmó en el campo.
¿Y con qué partido concreto?
Después de tantos que he jugado, me cuesta quedarme con uno solo, pero por lo que significó a nivel colectivo diría el partido del ascenso con el Compos en Cieza. Lograr algo así se disfruta de una forma especial y siempre queda en el recuerdo.
¿Le llegó alguna oferta para jugar en Segunda?
No. Ni para eso ni para jugar en el extranjero.
Ha habido temporadas en las que ha disputado más de 3.500 minutos. Incluso la pasada, con 37 años, se quedó cerca de los 3.000. ¿Cuál es su secreto?
Tal vez sea la ilusión que aún mantengo cuando entro a un campo de fútbol. Eso y que, por suerte, las lesiones siempre me han respetado.
¿Cuánto tiempo más se ve jugando al fútbol?
Muy poco. Trabajo y tengo un niño pequeño, por lo que el tiempo y las ganas de entrenar y jugar van disminuyendo. También creo que llega un momento en el que hay que dar un paso al lado y dejar sitio a los jóvenes, que en nuestro equipo hay muchos y buenos.
¿Qué deporte practicará cuando se retire?
Practicaré pádel y tenis, que fue lo que siempre hice.
¿Qué jugador de su Liga no puede faltar en esta sección?
Lo dije en una charla en el vestuario sin nombrar al jugador, pero aquí sí voy a hacerlo. Para mi gusto, el mejor juega en nuestro equipo y es el mediocentro Álvaro Vicos. Siempre me fijo en los futbolistas de esa posición y él tiene cualidades que no he visto en otros, lo que unido a su juventud y a las ganas que tiene de mejorar, hacen que su futuro sea muy prometedor.