Dieguito Expósito (A Coruña, 1995) sabe lo que es lograr un ascenso a Preferente, ganar la Copa de A Coruña y jugar ante el Villarreal en Riazor. Logró todo eso con el Victoria y en 2023 decidió dar un paso al lado y bajar dos escalones para jugar en Teixeiro, donde tiene un vínculo familiar.
Ocupan la penúltima posición. ¿Qué les está faltando?
La clasificación no engaña y estamos siendo peores que el resto para estar ahí. En cuanto empecemos a recuperar gente que estaba lesionada y alguno más que se puede unir, estoy seguro de que sacaremos la situación adelante.
¿Cuáles son los motivos para creer en la salvación?
La dinámica es mejor, entrenamos con más gente y eso se ve en los partidos. Aunque hayamos perdido muchos partidos, hubo resultados que no hacen justicia a lo que hicimos en el campo. Generamos muchas ocasiones, pero concedemos mucho también y eso nos está penalizando.
El año pasado se reencontró con el Victoria en la Copa de A Coruña. Imagino que fue un partido especial.
Sí, bonito. Ya no solo por el hecho de que estuve muchos años allí, sino porque el propio partido no pudo ser más igualado, se decidió por penaltis. Reencontrarme con compañeros fue muy especial.
¿Qué supuso el Victoria en su vida futbolística?
Más que algo futbolístico, me llevé muchos amigos. De hecho, mi grupo aquí en A Coruña está relacionado con el Victoria. Me llevo eso y haber podido conseguir cosas bonitas, como el ascenso, la Copa o haber jugado Copa del Rey.
Jugaba bastante. ¿Por qué el cambio al Teixeiro?
Creía que quizá mi etapa se había acabado. Muchos de esos amigos también lo dejaban, por edad o desgaste, y decidí cambiar al Teixeiro porque también tenía mucha gente conocida allí, mi familia es de allí y me hacía mucha ilusión.
¿Le marcó el partido de Copa del Rey ante el Villarreal?
Era la guinda del pastel, poder jugar contra un equipo de Champions en aquel momento. Un sueño, sentirse futbolista profesional por un día.
¿Cuál fue el rival que más le impresionó ese día?
Muchos... Todos por su capacidad física y porque no fallan un control o un pase, pero sí me tengo que quedar con alguno de aquel día, Alberto Moreno o Samu Chukwueze.
También formó parte en su día del Montañeros.
Sí, hice toda mi etapa de fútbol base y después tuve un breve paso por el primer equipo, en Preferente, pero por motivos laborales lo tuve que dejar. No tengo ninguna queja, se portaron muy bien conmigo.
¿Cómo se definiría?
Siempre es difícil, no gusta hacerlo de uno mismo. Intento entender el juego lo mejor posible para ayudar a los compañeros y explotar mis puntos fuertes, que son la conducción de balón y el último pase.
Ya me ha dicho la virtud. ¿Cuál sería el defecto?
Soy un poco intermitente en los partidos. Lo llevo intentando mejorar toda la vida, pero creo que no soy capaz (ríe).
¿Qué tres jugadores de su Liga no pueden faltar en esta sección?
Hay muchos, porque aunque sea Segunda Futgal hay jugadores muy buenos, pero diría Gonzalo García (Sada), Gonzalo Suárez (Atlético Castros), que es mi primo, pero me parece un gran jugador, y uno al que ya habéis entrevistado, Nils Guve (Culleredo).