El lunes, como cada seis de enero, los Reyes Magos hicieron su trabajo y el Liceo tenía una petición especial en su carta: la vuelta de Toni Pérez. El club verdiblanco, que ya trabaja en la próxima temporada para la que está confirmada la incorporación del portero del Noia Blai Roca, sabe que el jugador asturiano, un delantero de área por naturaleza, termina contrato con el Sporting y que este verano se despedirá de Lisboa ocho años después de su llegada en 2017. El objetivo es que sea para deshacer el camino andado en aquel momento desde A Coruña, donde creció primero como júnior, después en el Cerceda y, ganándoselo a pulso, con la camiseta verdiblanca durante seis temporadas en las que se fue hasta los 198 goles.
Toni Pérez nació en Oviedo (1990). Y a mucha honra. Asturiano de pura cepa. Pero siempre tuvo el corazón verde, a A Coruña le unen vínculos que van mucho más allá de lo profesional y ha sido uno de los alumnos aventajados de Juan Copa, que ya le llevaba en hombros cuando apenas levantaba un palmo del suelo. Debutó en la OK Liga con el Esfer Oviedo, siendo todavía un adolescente (16 años) y tras el descenso del equipo recaló en A Coruña, donde se proclamó campeón de España y logró el ascenso a la OK Liga con el filial verdiblanco que ya por aquel entonces dirigía el actual técnico liceísta.
En Cerceda (para poder jugar en la misma categoría que el Liceo, el filial cambió de nombre y ubicación) asombró en una temporada en la que, recién cumplida la mayoría de edad, se fue hasta los 43 goles en una misma temporada, igualando al que hasta entonces era el pichichi de la liga y del Liceo, el argentino Pablo Álvarez. Al equipo, no obstante, le faltó un punto para el objetivo de la permanencia. Xavi Malián y Edu Lamas fueron reclamados por Carlos Gil mientras que Toni Pérez y Pablo Cancela tuvieron que hacer las maletas y marcharse al Alcoi a buscar su oportunidad.
Al coruñés le llegó al año siguiente con la llamada desde Italia del Forte dei Marmi. A Pérez, con la vuelta a casa, a un Liceo con el que nada más llegar ganó la Champions, la Supercopa de Europa y la Intercontinental en 2012 y una Liga en 2013, además de una Supercopa de España en 2016. Por su carácter y por esa capacidad suya innata para convivir en el área y ser un asido del gol, se convirtió en uno de los favoritos de la afición, pero también empezaron a llamar a su puerta algunos de los grandes de Europa (también la selección española con la que fue campeón del mundo y dos veces de Europa).
La pujanza económica de Portugal era cada vez más notoria y no pudo resistir más. A finales de la temporada 2016-17, seis años después de su regreso, se marchó con destino a Lisboa pidiendo que nadie de A Coruña perdiera su teléfono. Tenía claro que quería volver. Y siempre ha tenido las puertas abiertas. Esta es la vez que está más cerca de que se pueda cumplir. Salvo sorpresa (Pedro Gil, que fue su compañero, acaba de convertirse en el director deportivo del Sporting) no tiene oferta de renovación y después de ganar otras tres Champions, dos Continentales y dos ligas lusas, además, volvería por la puerta grande y, con 35 años, con el rol de veterano del equipo.
El mercado de hockey sobre patines lleva semanas en ebullición entre rumores y sospechas. La rueda cada vez se echa a andar antes, sobre todo por el impulso de los clubes portugueses, con fichajes planificados incluso a dos años vista. Y como con el efecto del aleteo de una mariposa, las piezas empiezan a caer unas detrás de otras (Pol Manrubia se va al Porto y deja un Barcelos del que también sale Danilo Rampulla destino al Sporting y al que llegarán Carlitos Ramos e Iván Morales mientras que el Oliveirense se hace con Marc Rouzé para suplir la baja de Facu Navarro, que recalará en el Sporting). No se moverán del Porto Xavi Malián y Edu Lamas, otros dos regresos pretendidos por el Liceo.
Movimientos en cascada como los de la portería en la OK Liga. Martí Serra terminaba contrato en A Coruña. El club decidió que se había acabado su ciclo y salió a buscar un sustituto, siendo Blai Roca (hermano de Nil Rica, jugador del Benfica), del Noia, el elegido. Según Hockey Cátedra, Serra volverá al Calafell y Gerard Camps, el inquilino de sus redes, al Sant Just.
Tres jugadores del Liceo finalizan contrato a finales de junio: Martí Serra, cuya salida ya es segura; Fabrizio Ciocale; Pablo Cancela, lesionado de larga duración, y Tato Ferruccio, con la opción de un año de prórroga, aunque aún no se ha tomado la decisión. Y por último está el caso de Tombita, cedido al Lleida, donde está dando un gran rendimiento, y aún le queda un año de vinculación.