Juan Copa es un tipo optimista, al menos de puertas para fuera. Ni cuando el Deportivo Liceo cayó en las semifinales de la Supercopa contra el Barça en Riazor (2-5), el primer partido de la temporada, ni después del tropiezo en Vic (3-1) en su segundo desplazamiento de la OK Liga, ni siquiera tras una nueva derrota en el Clásico, el pasado domingo en el Palacio de los Deportes (1-4), nada perturba el ánimo del entrenador coruñés.
“Pienso que podíamos haber ganado el partido. Ya sé que perdimos 1-4 y que puede parecer que no es así, pero estuvimos más cerca que el día de la Supercopa. Me voy contento porque hay cosas positivas para el futuro”, declaró Copa, que alabó el comportamiento defensivo de sus jugadores en una primera mitad que terminó con 1-0 en el marcador.
“Hicimos 25 minutos a lo que tocaba, defendiendo bien menos en el inicio, que intentamos hacer una defensa mixta. A partir de ahí, el equipo se cerró un poco más y trabajamos bien. Después nos pusimos por delante y conseguimos llegar con el 1-0 al descanso, que era un primer objetivo muy bueno para nosotros”, añadió.
Los protagonistas de la primera mitad fueron Martí Serra, que frenó las mejores ocasiones barcelonistas, y César Carballeira, autor del gol liceísta. ‘O neno do cole’ parece ya recuperado de la lesión de hombro que le obligó a jugar infiltrado los dos últimos partidos del Mundial de Novara con la selección española y le condicionó en su regreso a la disciplina del Liceo.
El Barça reaccionó tras el intermedio y goleó en Riazor con un hat-trick de Ferran Font, uno de los nuevos fichajes, y una diana del coruñés Ignacio Alabart. “Sabíamos que íbamos a sufrir porque ellos tienen una rotación muy alta. Es un equipo diferente al de otros años, más patinador y que nos somete a nivel defensivo. En ese sentido, nuestro plan era esperar sus errores y evitar las transiciones”, analizó el preparador.
Los tantos de la remontada llegaron en ataque estático, un lunar para el técnico. “Los dos primeros goles fueron en el cuatro para cuatro y por eso sí que estoy jodido. No podemos regalar así. A nivel defensivo tenemos que tener un poco más de lectura en ese sentido. Con el 1-2, el plan era llegar a los cinco minutos finales con opciones, pero el 1-3 y la diferencia de dos goles nos hizo daño”, reconoció.
Con nueve faltas de equipo cada uno, la pelota parada no cambió el signo del encuentro. Antes llegó el 1-4. Con la décima infracción del Barça, Tato Ferruccio desperdició la falta directa. Tampoco aprovechó su ocasión el equipo catalán, con el error de Pablo Álvarez desde la línea de 7,40 metros. Con todo el pescado vendido, Copa recalcó lo mismo que comentó en la previa del Clásico.
“Ya dije que este partido solo eran tres puntos. Ahora toca seguir trabajando en la construcción del equipo. Tenemos mucho que hacer para llegar a la versión buena del Liceo”, aclaró el técnico, que ya piensa en los próximos compromisos, un mes de noviembre que viene cargadito, con siete partidos en 25 días, cuatro lejos de A Coruña.
Tras una jornada de descanso, el Liceo afronta cuatro días de entrenamientos sin compromisos intersemanales antes de viajar de nuevo a Cataluña para medirse al Igualada (domingo 3 de noviembre, 18.00 horas). Juan Copa y su staff han planificado dobles sesiones para hoy, mañana, viernes (los dos con gimnasio y pista) y sábado (vídeo y pista).
Tras el desplazamiento a Les Comes, el equipo coruñés volverá a casa para recibir al Sant Just (domingo 10 a las 12h) antes de afrontar otra semana con dos partidos: en Lleida contra el recién ascendido Alpicat (miércoles 13 a las 20h) y en casa contra el Calafell (domingo 17 a las 12h).
El mes de noviembre se cerrará con tres duelos más en una semana: el debut en la fase de grupos de la WSE Champions contra el Trissino en Italia (jueves 21), la visita al Ateneu para medirse al Noia (domingo 24 a las 12.30h) y el segundo partido en Europa ante el Oliveirense portugués en Riazor (jueves 28).
La carga de partidos no es una novedad para el Deportivo Liceo, acostumbrado a un calendario cada vez más comprimido por las fechas de selecciones –la temporada de clubes se inició más tarde este año por el Mundial– y debido también al enésimo cambio de formato en la máxima competición continental.
El reto de Juan Copa y su cuerpo técnico es transformar los obstáculos en un tramo más del camino. A más partidos, más minutos para los nuevos fichajes que todavía se encuentran en pleno proceso de adaptación, como Tato Ferruccio, Nil Cervera y Jacobo Copa. El entrenador prefiere ver el vaso medio lleno, es parte del proceso: “Soy súper optimista y creo que este equipo va a crecer muchísimo”.