La contundente derrota (79-100) del pasado sábado contra el Bilbao Basket acentúa la necesidad que el Básquet Coruña tiene de, cuando menos, cubrir la salida repentina de LJ Figueroa. Aunque no estaría de más contratar a alguien para cubrir los huecos de los lesionados Gus Lima y Phil Scrubb.

Tres semanas han pasado desde que el pívot brasileño cayó a la enfermería a causa de una dolencia muscular en el gemelo derecho. La mitad del tiempo de recuperación estimado –en el peor de los casos– por la entidad naranja. Por su parte, el escolta canadiense se dañó el gemelo interno de la pierna derecha hace 15 días. 

Lesiones musculares que, en ocasiones, suelen dar la lata más de lo previsto. Una circunstancia que no puede permitirse el equipo entrenado por Diego Epifanio, habida cuenta su complicada situación, con nueve derrotas en 13 partidos, dos de ellas contra presumibles rivales en la batalla por la permanencia.

El pasado viernes declaraba Epi que el día 21 de este mes, el Básquet Coruña dejó escapar la oportunidad de fichar a un jugador por el que se había interesado el pasado verano. El motivo dado por el técnico fue que él y su staff seguían confiando en Figueroa. Pero el internacional dominicano y sus agentes presentaron solo tres días después una propuesta de desvinculación.

El hecho de relacionar el jugador no fichado y el ‘fugado’ puede apuntar por dónde van los tiros: un alero con puntos en las manos y que ayude en el rebote y en defensa. Casi un mirlo blanco a estas alturas de temporada. 

Aunque está habiendo mucho movimiento tanto en España (nueve equipos ACB han fichado a al menos un jugador con el curso ya empezado; un décimo, el Bilbao Basket, tendría atado al dominicano Omar Silverio) como en Europa, el club herculino juega en la liga de los presupuestos modestos, con lo cual ha de pensárselo mucho antes de dar el paso definitivo.  “Esperar o arriesgar”, dijo el preparador del Leyma el viernes 27, apenas 24 horas después del anuncio de la marcha de Figueroa.

Los descartes de la NBA podrían ser un buen caladero. De ahí sacó el Joventut a su última incorporación, el escolta Miye Oni, justo tras ser cortado por los Grizzlies.

También se podría pescar en liga de desarrollo de la mejor competición de baloncesto del mundo, donde además de jóvenes acabando de pulir su talento para saltar a la NBA hay algunos más talluditos que, seguramente, no harían ascos a un puesto de trabajo en la mejor liga de Europa.

Lituania y los países balcánicos son otras excelentes opciones cuando se trata de encontrar jugadores exteriores. Tanto si están militando en las ligas domésticas como en el extranjero. 

Francia y Alemania también suelen deparar buenos resultados. Desde el país vecino llegaron a A Coruña tres elementos de la actual plantilla: Atoumane Diagne (Limoges), Yunio Barrueta (Lille Metropole) e Ingus Jakovics (Limoges). Desde la Bundesliga lo hizo Figueroa. Desde Italia, Beqa Burjanadze. Y desde Serbia, Trey Thompkins. Claro que este sexteto aterrizó al Leyma en verano, cuando el mercado es, evidentemente, mucho más numeroso y abierto.

Jordan Mickey (ex del Real Madrid), Luke Sikma (ex de, entre otros, el Valencia Basket y el CB Canarias) son dos veteranos interesantes que están sin equipo, aunque ambos son jugadores interiores. 
 

También están libres varios exNBA: el alero Onuralp Bitim y los combo guards Devonte’ Graham y Killian Hayes. Tal vez lejos del alcance presupuestario de un club modesto. O que que no se ajustan del todo a las necesidades deportivas.