Casi ninguna plantilla de las que inician las temporadas en Liga Endesa llega al final con los mismos integrantes. Es más que habitual que haya bajas, pero sobre todo incorporaciones mediada la competición. Muchos de estos fichajes “de invierno” se terminan volviendo clave para que sus nuevos equipos acaben logrando los objetivos que se habían propuesto antes de su llegada.
En el caso del Básquet Coruña, los refuerzos se hicieron esperar. Pese a las lesiones de Lima y Scrubb y la salida de Figueroa, el primer fichaje no llegó hasta el mes de enero. Eso sí, lo hizo en forma de un Thomas Heurtel que se convirtió en líder del equipo sobre la pista con unos promedios de 12,9 puntos, 3,4 rebotes y 9 asistencias.
Tras él llegaron Ángel Núñez y Karlis Silins. El dominicano no ha tenido demasiado protagonismo, pero el letón le ha dado movilidad al juego interior del Leyma. Ambos firmaron su mejor partido con la camiseta naranja la pasada semana contra Unicaja en el José María Martín Carpena de Málaga.
Algunos fichajes son capaces incluso de cambiar dinámicas por completo y dar un salto de calidad al conjunto. Es el caso del Breogán esta temporada, la cual empezó con dos victorias en las primeras nueve jornadas. Fue entonces cuando la directiva tomó la decisión de destituir a Mrsic y llevar a cabo el primer fichaje importante: Luis Casimiro.
Poco después llegaron dos nuevas incorporaciones a la plantilla lucense: Dominik Mavra y Dae Dae Grant. Junto a Darrun Hilliard, hicieron olvidar a Charlie Moore tras su lesión y se volvieron clave en la rotación de Casimiro.
Desde su llegada, los dos están entre los cuatro jugadores más valorados del Breogán, ayudando a revertir la situación en la que se encontraba el equipo de forma drástica. El conjunto lucense suma once victorias en 26 jornadas, situándose cinco por encima de los puestos de descenso, algo que parecía impensable antes de la incorporación de Luis Casimiro.
James Batemon llegó a las filas del Lleida poco tiempo después de batir el récord de anotación de la liga australiana con 51 puntos. Su carta de presentación fue en el Coliseum de A Coruña con 26 de valoración, aunque con derrota por 97-84.
Desde entonces han disputado otros cinco encuentros con Lleida, de los cuales han salido victoriosos en cuatro, dándole aire al equipo catalán a nivel clasificatorio. Batemon ha tenido buena parte de la culpa de esa racha, anotando 18,3 puntos por encuentro, a los que ha añadido más de 3 asistencias, 3 rebotes y 1 robo para 21,3 de valoración.
Uno de los fichajes de mayor renombre de esta temporada fue el de Sam Dekker por el Joventut de Badalona. Con pasado NBA, desde su llegada ha promediado 13,6 puntos y 4,4 rebotes con un acierto del 45,6% desde la línea de 6,75.
Su impacto fue tal desde el primer día, que llegó a sonar para reforzar las filas del Real Madrid pocas semanas después de desembarcar en Badalona. Con Dekker, la ‘Penya’ ha sumado once de sus quince victorias. El partido más destacado del estadounidense fue en A Coruña, donde le endosó 30 puntos al Leyma con 8 de 11 en triples.
Lleida no fue el único equipo de la zona baja de la tabla que acertó con sus refuerzos a mitad de temporada. Moncho Fernández le cambió la cara al Bàsquet Girona, pero también ha ayudado el lituano Martinas Geben, quien promedia 8,7 puntos y 5 rebotes en 13 partidos, con un acierto del 73,5% en tiros de dos puntos.
El caso de Granada está siendo especial. Los andaluces se vieron obligados a cambiar a media plantilla durante el mes de marzo debido a una plaga de lesiones. A las salidas de Édgar Vicedo y Jacob Wiley se unieron las lesiones de jugadores importantes como Agustín Ubal o Scott Bamforth.
Para tratar de solventar la situación y salir de los puestos de descenso llegaron cinco jugadores: Bezhanishvili, Visconti, Ndiaye, Silverio y Griffin. Este último parece haber caído de pie, promediando 20 puntos en tres partidos jugados.