En georgiano no hay una palabra concreta para explicar la morriña. Beqa Burjanadze (Tbilisi, 1994) tampoco está familiarizado con ese sentimiento tan gallego. Por ahora. El ala-pívot, que volvió en 2023 al Básquet Coruña para rehabilitarse de una lesión, lideró el histórico ascenso a la Liga ACB y disputó la primera temporada del equipo en la élite, sigue en A Coruña, al menos hasta que sus hijas, Nutsa (seis años) y Kato (tres), acaben el cole. Beqa ha echado raíces y el club ya se ha sentado con él para tantear su continuidad en Primera FEB, pero el georgiano escucha ofertas. “Me gustaría seguir aquí, pero soy ambicioso y el cuerpo me pide esperar las opciones que puedan salir en la élite”, reconoce en una llamada de DXT Campeón.
Burjanadze se tomó solo una semana de descanso después de terminar la temporada. Aunque algunas ligas no han bajado el telón, el georgiano ya trabaja en las instalaciones del Coliseum. “He desconectado y recargado las pilas, pero no quiero parar mucho más. Tengo que cuidar el cuerpo y la mente porque este verano tengo Eurobasket. Ya he empezado con mi plan de postemporada en el gimnasio y después iré entrando poco a poco en la pista, probablemente ya con la selección en Georgia”, detalla.
Y es que el ala-pívot de 31 años es uno de los elegidos por el equipo nacional para jugar la cita continental que se celebra del 27 de agosto al 14 de septiembre en cuatro sedes: Letonia, Chipre, Finlandia y Polonia. Georgia debutará el día 28 precisamente contra España en Limasol (Chipre), la ciudad anfitriona del grupo C, en el que también están Grecia, Italia, Bosnia y Herzegovina y la propia Chipre.
Beqa espera cerrar antes del Eurobasket su próximo contrato. Y el primer contacto se produjo con el Básquet Coruña: “Han querido hablar cara a cara conmigo y han mostrado un gran interés para que siga aquí. Estoy muy agradecido por la confianza, pero es pronto para hablar de las condiciones y los detalles”, desvela uno de los jugadores favoritos de la grada y que más lazos afectivos ha creado en A Coruña.
“Ya sabes el amor que siento por esta ciudad. Mi familia y yo hemos creado este último año muchos vínculos con las familias de los compañeros de nuestras hijas y con los aficionados, tanto con la gente que ya me conocía de antes como con los nuevos que se unieron este año. Es súper bonito y estamos muy a gusto aquí”, reconoce Burjanadze, que no descarta seguir en el Básquet Coruña, pero admite que sus agentes ya le han trasladado el interés y las llamadas de otros clubes de categoría superior.
“Todavía no he recibido ofertas serias, pero tengo ambición por seguir jugando al nivel más alto posible. Ahora mismo hay muchos rumores, algunos fichajes de los grandes clubes y de la Euroliga, pero hay ligas que ni han terminado y hay pocas cosas oficiales. Aunque me gustaría que estuviese todo arreglado, debo tener paciencia y enfocarme en lo que yo puedo controlar. Estaré esperando la llamada de mis agentes cuando llegue el momento”, razona.
Beqa se ha ganado el derecho a elegir después de un gran final de temporada en la ACB. El georgiano del Básquet Coruña promedió 7,5 puntos, 4,6 rebotes y 1,2 asistencias para 9,9 de valoración en 20:55 minutos de juego por partido, números que mejoró ostensiblemente en las ocho últimas jornadas: 12,8 puntos, 6,1 rebotes, 1,5 asistencias y 1,2 robos de balón para 18,8 de valoración.
“Físicamente estoy en la mejor condición de los últimos años y estoy feliz y contento de haber tenido la oportunidad de demostrar, sobre todo en el final de la temporada, que puedo ser útil para ayudar al equipo de la mejor manera en la pista”, celebra el ala-pívot, que afronta este verano con ilusión y ambición, olvidados ya los problemas de lesiones que llegaron a abrir la posibilidad de una retirada prematura.
“He pasado por muchos momentos malos, no veía la luz al final del túnel, pero siempre he trabajado duro y con fe, siendo positivo, aunque me costase la vida, hasta que conseguí ver la luz. Estoy súper agradecido de poder disfrutar en la pista y mostrar mi mejor versión. Quiero pensar que me quedan muchos años por jugar”, confía Beqa, que durante la temporada aprovechó el convenio de la ACB con el Johan Cruyff Institute para diplomarse en un Programa de Desarrollo Profesional: “Es muy importante dar estos pasos antes de la retirada”.
El rendimiento de Burjanadze y algunos de sus compañeros no fue suficiente para evitar el descenso del Básquet Coruña, con solo siete victorias en 34 partidos. Por su carácter emocional y su cercanía con la grada, es uno de los habituales que tras cada derrota se excusaba ante los aficionados que esperaban después de los partidos en el parking del Coliseum para jugadores.
“No ha sido una temporada fácil, se ha hecho bastante larga, con muchos nervios y frustración y lo hemos pasado mal, pero no diría que me dolía más que a otros compañeros. Es obvio que me llega bastante al corazón no haber podido ayudar en lo que era necesario para sacar esos partidos. Siento no haber podido hacer más para ayudar a ganar y siempre les he pedido disculpas a los aficionados porque, independientemente de sus horarios laborales o situaciones familiares, han venido siempre a apoyarnos pagando con el dinero su bolsillo. Se merecen lo mejor”, arguye el georgiano, que saca una lectura positiva.
“Creo que debemos mirar más allá del resultado final y verlo desde una perspectiva más lejana o, como se diría en inglés, hacer zoom out y ver la big picture. Es una gran satisfacción ver cómo ha crecido nuestro club y su afición. Si comparamos el número de reservas con la última temporada en LEB, es tremendo. Y es lo que tenemos que celebrar. La afición será una de las claves para la próxima temporada en Primera FEB”, abunda Beqa, que a veces todavía habla del Básquet Coruña en plural.
El ala-pívot hace autocrítica, pero también intenta quedarse con el lado bueno pese al descenso: “Los profesionales tenemos que ser autocríticos para ser mejores la próxima vez. En el momento duele. Y duele más aún después de volver a ver los partidos cuando entiendes los errores. No creo que haya una cosa exacta por la que hayamos perdido tantos partidos, son varios factores, pero creo que todos hemos ganado mucha experiencia, individual y colectivamente, los jugadores, el cuerpo técnico y la organización. Nos va a ayudar mucho pensando en la próxima temporada”.
Con Beqa o sin él, el que no estará ya seguro en el banquillo del Básquet Coruña es Diego Epifanio, que se cruzará en el camino del Leyma con el Obradoiro, otro proyecto con la mira en el ascenso: “La salida de Epi es una decisión del club y hay que respetarla. Me alegro por él porque Obradoiro es otro gran club con mucha ambición por volver a la ACB. Le deseo toda la suerte y también a su sustituto en el Básquet Coruña, que seguro hará lo mejor posible para volver, pero sin mucha presión”, zanja.