Es una de las sensaciones del hockey patines nacional. En tres meses y once partidos ha completado una inesperado transformación: de novato a equipo revelación. Suma 14 puntos y en enero ya roza la permanencia en la temporada de su regreso a la OK Plata. Es el Compañía de María de los JASP: jóvenes aunque sobradamente preparados.
Con solo un jugador de la plantilla mayor de 22 años (Ignacio ‘Negro’ Liñán, 25), dos júniors y dos juveniles, ni siquiera en el club coruñés contaban con cerrar una primera vuelta tan meritoria.
“Pensábamos sufrir un poco más porque tenemos un equipo joven y bastante nuevo que necesitaba un tiempo de adaptación a la categoría. Pero las cosas empezaron a salir bien antes de lo previsto y ganamos los partidos que teníamos que ganar [Oviedo, Sant Feliu, Sant Cugat y Dominicos, los cuatro últimos clasificados]”, analiza el técnico Álex Canosa.
Una de las claves del gran rendimiento que está ofreciendo el CDM en Plata es la inmediata aclimatación a la competición: “Los juveniles y los júniors se adaptaron más rápido de lo que nos podíamos imaginar. Sabía que el ‘Negro’ y que Ignacio iban a funcionar, que Vicente ya tenía el ritmo porque venía del Alpicat, que el año pasado ascendió a la OK Liga... Pero la clave está en los pequeños: Kiko, que se acaba de enganchar al equipo y espero que sea para quedarse, Mareque y Grea, que han hecho un máster acelerado...”, detalla el míster.
El capitán Buruaga, autor de nueve goles, el argentino Liñán (cinco) y el chileno Soto (tres) son los pilares del Compañía, pero los canteranos Garea y Mareque ya son presente en el primer equipo del club. Sin olvidar a dos de los nuevos fichajes: Álex Fuentes (cuatro goles) o Iván Centoira (dos).
Javi Ponte y Eloi Martínez alternan en la portería, otro de los factores determinantes: “Los dos están respondiendo”, celebra Canosa, que cifra la permanencia entre 17 y 20 puntos, dos victorias más para un equipo que en la última jornada empató contra el líder, el Shum Maçanet, en un partido de tú a tú.
“Salvo en Cerdanyola en la primera jornada, competimos contra todos y siempre tuvimos opciones”, recalca el entrenador coruñés, que precisamente solo tiene en mente mejorar la imagen ante el equipo catalán en el primer partido de la segunda vuelta: “Nos marcamos mini-objetivos. A corto plazo, sacarnos la espinita de Cerdanyola. Que sufran. Y si sacamos algún punto mejor”.
Después aguarda un parón de dos semanas antes de medirse a Oviedo, Sant Feliu y Sant Cugat, tres duelos clave para certificar la permanencia sin apuros. “Y a partir de ahí, soñar”, cierra Canosa.