La prestigiosa e histórica victoria de este miércoles en el Antonio Magariños, el viejo feudo del Estudiantes, ha reflotado las posibilidades del Leyma Basquet Coruña de convertirse en uno de los protagonistas de la Copa Princesa de Asturias, torneo que jugarán los dos primeros clasificados al término de la primera vuelta.
A tres partidos de alcanzar el ecuador de la fase regular, la marea naranja se ha colocado a una sola victoria del conjunto colegial, de los aspirantes, el que peor calendario tiene, al menos sobre el papel. Y es que los pupilos de Pedro Rivero se las verán a domicilio con el líder, el Miraflores Burgos, y con otro de los que está en la batalla, el Gipuzkoa, y recibirán al Ourense. En esas salidas podría estar la llave del Leyma.
El COB será el siguiente rival de los de Diego Epifanio, que afrontarán en Riazor el primer derbi gallego del curso. Luego, visita al cuarto por la cola, el Castelló, para cerrar la primera vuelta en casa contra el actual décimo clasificado, el Melilla.
Con la misma marca que el Leyma, 10-4, marcha el Real Valladolid, que, al igual que el Estudiantes, jugará dos encuentros a domicilio, en Oviedo –Pumarín no es una pista fácil para nadie– y en la ciudad de As Burgas. Entre medias, el cuadro pucelano recibirá al Fuenlabrada, el único que ha ganado en Riazor.
Con 10-4 figura también el Tizona, tras superar ayer al Castelló (80-66). El segundo equipo de Burgos visitará al Lucentum Alicante y al CB Clavijo y se enfrentará en El Plantío a su vecino el Miraflores.
El duelo entre el Gipuzkoa y el líder cerrará, hoy, la penúltima jornada de 2023. Un triunfo del conjunto donostiarra (9-4) abriría un poco más el abanico de aspirantes a la Copa; la victoria del cuadro burgalés le otorgaría más de medio billete para luchar por el primer premio de la temporada. A partir de ahí, al anfitrión de la última Final Four de ascenso a la ACB le restaría recibir a Estudiantes y a Real Betis y el derbi contra el Tizona.
Aunque los resultados contra los rivales por conseguir un plaza en la Copa no cuentan, por motivos obvios, el Leyma le ha ganado a todos menos al líder, ante el que cedió a domicilio por un exiguo 77-75.
Lo que cuenta, de cara a resolver posibles desempates, es la diferencia entre puntos anotados y encajados. En este momento, el Estudiantes presenta un supéravit de 168, por 112 del equipo herculino. Una diferencia difícilmente enjugable –aunque no imposible– en sólo tres encuentros. El Valladolid tiene un corto +27, en tanto que el Gipuzkoa marcha con +95 y el Tizona con +80.
Así pues, la marea naranja haría muy bien en preocuparse –más de lo habitual– por la anotación del rival. Disputar por primera vez en su historia la Copa Princesa es una razón de muchísimo peso. Y más para un club que esta campaña no oculta sus intenciones abanderando el lema ‘Hagamos historia’.