Mario Ferri, el aficionado que saltó al terreno de juego durante el Portugal-Uruguay con una bandera arcoíris, ha sido liberado y sin consecuencias legales.
Este espontáneo saltó al campo en la segunda parte de la victoria de Portugal ante Uruguay con una bandera multicolor en la mano, con la inscripción "Paz", y con una camiseta con el símbolo de 'Superman' que en la parte delantera ponía "Salvad a Ucrania" y, en el dorso, "Respeto para las mujeres iraníes".
La seguridad del estadio le redujo y fue detenido por la fuerzas policiales de Catar, que le mantuvieron en comisaría hasta las 3 de la madrugada, cuando fue liberado. Ferri, que se describe a sí mismo como 'influencer', publicó este martes en sus redes sociales que es libre y que su salto al campo no le ha acarreado "consecuencias legales".
En declaraciones a RAC1, Ferri desveló que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, le ayudó. "Tuve muchos problemas con la policía, pero él apareció y resolvió la situación", dijo.
Comenta que la FIFA no considera que los símbolos que portara fueran "violentos", porque era un mensaje de paz. "Quería enviar un mensaje al mundo, han impedido que lo hicieran los capitanes, los jugadores, pero no han impedido mi mensaje", insistió.
'El halcón' lo había intentado dos veces antes en este Mundial. Durante el Francia-Dinamarca y el España-Alemania. "Me subí al techo del banquillo de Portugal y salté desde allí", relata.
"Lo voy a llamar "The Last Dance", mi última carrera en un campo de fútbol. Quería mandar mensajes importantes que he vivido en mis carnes en los últimos meses", dijo Ferri.