El Deportivo recibió ayer (domingo) un informe de 113 páginas sobre el partido suspendido con el Fuenlabrada, que fue iniciado por el juez de Disciplina Social de LaLiga el miércoles pasado, y le da de plazo hasta esta tarde (15 horas) para presentar alegaciones.

En él, el Manuel Rivero González se toma a broma las pretensiones del Deportivo de sentirse perjudicado por la suspensión del partido.

El instructor del expediente le había propuesto “la suspensión del derecho de la entidad expedientada (Fuenlabrada) a participar en la competición profesional durante la tramitación del presente expediente”. Pero el juez de Instrucción Social lo descarta a raíz de las alegaciones del presidente del Fuenlabrada en el sentido de que no constaba “vulneración” alguna del protocolo de LaLiga.

El juez sostiene que el Fuenlabrada no podría jugar el partido con el Deportivo en los próximos días por la situación de contagios en la plantilla. “En el momento de redactarse la presente resolución, la plantilla del Fuenlabrada confinada en A Coruña se halla recluida, y el número de contagiados es de más de veinte. Sería absurdo pensar que en esas condiciones el Fuenlabrada pueda participar en cualquier competición oficial de élite, como es la Liga Smartbank. La institución de la fuerza mayor parece directamente aplicable, sin necesidad de excesivas indagaciones ni de aplicar una especial finura intuitiva o profética, a este supuesto”, arguye.

Cita intrascendente

Del Deportivo dice, además, que no ha “mostrado públicamente la menor intención, deseo ni voluntad de jugar este encuentro” y además afirma que “su resultado es absolutamente intrascendente para dicho club, al haber descendido ya a Segunda División B”.

Y añade que “la suspensión o no del derecho del Fuenlabrada a participar en la competición no afecta al Club Deportivo, que en las actuales circunstancias no ha de tener el menor interés en disputar tal encuentro, carente absolutamente de trascendencia, yendo sus intereses por otros derroteros”.

Es en ese momento cuando parece que no se toma en serio las reivindicaciones del Deportivo, que considera que se ha vulnerado el principio de igualdad de la competición y sus derechos al no disputarse la jornada en horario unificado. “La proyección de una hipótesis sobre el pasado, esto es, si habría influido la disputa de este encuentro sobre otros que se jugaban simultáneamente se aproxima a un ejercicio de ciencia-ficción que no es posible acometer aquí”, asegura el Juez de Disciplina Deportiva en su informe.

“Un solo encuentro de fútbol puede afectar mucho, poco o nada a la integridad de la competición. La excepcionalidad de la situación y el hecho de que los próximos encuentros del Fuenlabrada (el último de la jornada del campeonato), desde luego no vayan a celebrarse (insistimos en que no es un ejercicio de profecía, sino de constatación de algo evidente por sí mismo), hace que en este caso no quepa apreciar esa quiebra de la integridad de la competición. Los rivales mediatos en la clasificación de cualquiera de los dos contendientes (Real Club Deportivo y Fuenlabrada) celebraron sus encuentros seguramente con la misma intensidad con que clubes ya descendidos en las últimas jornadas lograron vencer, incluso a domicilio, a rivales que se jugaban mucho. No es dable invocar la pureza de la competición para extraer ventajas propias, y más de una desgracia colectiva”, sostiene.

Eso sí, el juez de Disciplina Social afirma que “en todo caso, las consecuencias formales de la celebración o no de los encuentros pendientes” corresponde a la Federación Española de Fútbol y LaLiga.