Cuando en principio estaba previsto que ayer domingo la plantilla del RC Deportivo dispusiese de una jornada de descanso después de haber retornado de madrugada de Badajoz, el cuerpo técnico alteró el plan semanal y el equipo se ejercitó por la tarde en el estadio de Riazor.
Caras largas y decepción en todo el plantel después de haber encajado en el Nuevo Vivero la derrota más amplia y dura de la temporada (3-0).
Una imagen pésima y un resultado abultado que obligan a una reacción inmediata por parte de la escuadra que dirige un Borja Jiménez que se encuentra en el punto de mira.
A puerta cerrada y en el municipal herculino, el Depor se enfundó el mono de trabajo para efectuar una sesión vespertina de recuperación para los titulares en la contienda frente a los extremeños.
Para el resto de los integrantes del elenco coruñés, la actividad fue más exigente.
Como es habitual después de cada partido, el plantel se reunió en el vestuario antes de saltar al terreno de juego, en este caso para analizar la crisis blanquiazul.
Después del trabajo psicológico, el equipo se dividió en dos bloques bien diferenciados, cada uno de ellos ejercitándose a una velocidad distinta en función del esfuerzo realizado en la previa.
El cuerpo técnico de Borja Jiménez anunció el plan de trabajo de la presente semana, antes de recibir a la Cultural Leonesa el sábado 19 a partir de las 19.00 horas.
En este sentido, el Depor tiene previsto completar cinco sesiones de entrenamiento más, todas ellas a partir de las 10.30 horas, desde hoy lunes hasta el próximo viernes (todas en Abegondo salvo la última, en Riazor).